
Yoga, taichi, spa, tratamientos de balnearios... Son algunos de los métodos más demandados por quienes buscan liberar tensiones y mantener a raya el siempre temido y nocivo estrés. Y también se han convertido en fuente de emprendimiento.
Lo último en aterrizar en Madrid ha sido una sorprendente terapia a base de... cosquillas. La empresa que la ofrece, Cosquillearte, se creó a finales del año pasado y ya hay empresarios de otros lugares, como Portugal, interesados en abrir una franquicia de tan singular negocio.
Y es que Cosquillearte es pionera en comercializar un producto sin precedentes. "Ofrecemos una terapia relajante a base de cosquillitas suaves, a modo de caricias, leves presiones. El cliente elige la duración de cada sesión: desde 15 minutos hasta una hora", explica Lourdes Nieto, terapeuta del centro.
Clientela de nivel alto
¿Y quiénes son los clientes que pagan por recibir una dosis de cosqullas? "El perfil socioeconómico de nuestra clientela es el de hombres y mujeres de todas las edades, profesiones e inquietudes, aunque es cierto que más bien de nivel alto", confiesa Lourdes Nieto.
Esta barcelonesa de 28 años, que ha vivido siempre en Madrid, es quiromasajista titulada y se declara muy interesada en diferentes métodos de relajación, como el reiki, que trata de aplicar en su trabajo diario en el centro madrileño. Los precios de los masajes oscilan entre los 30 euros que cuesta la sesión de media hora y los 50 euros que vale la hora completa. "A los niños, por ejemplo, les encanta, si bien para ellos se aconseja una sesión de tan solo 15 minutos (15 euros), que es tiempo suficiente para que se relajen", asegura Nieto.
Aún es pronto para hablar de cifra de negocio o de beneficios, ya que la empresa echó a andar en diciembre del año pasado, con un centro en Madrid y dos terapeutas en plantilla. Pero, durante estos cinco meses y medio de actividad, "no hay pérdidas, hemos recibido propuestas para extendernos a otros lugares y estamos pensando en ampliar con servicios a domicilio, e incluso a las empresas", adelanta Lourdes Nieto, quien afirma tener ofertas para franquiciar su modelo en el extranjero
Como es lógico suponer, en un centro de estas características, aún poco conocido y que está apenas empezando, las anécdotas del día a día son muchas. "Vienen personas a las que les han regalado el tratamiento y no saben qué es. Luego, claro, la sorpresa es mayúscula. Incluso a alguna clienta la han traído con los ojos vendados. También es bastante habitual que reserven grupos de amigas que quieren despedir la soltería de una de ellas con un plan inusual", afirma Nieto.