
"La CEOE no cree en los autónomos y ATA no va a entrar en una organización cuya espina dorsal no son los autónomos". Con estas palabras, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, respondió al resultado de las negociaciones que llevó a cabo con la patronal en las que se debatió la integración de ATA en CEOE, tal y como detalló ayer este periódico.
Según Lorenzo Amor, la mayor discrepancia entre la patronal de Joan Rosell y la suya fue la poca importancia que se le dan a los autónomos en CEOE. "Es una organización que está siete peldaños más arriba en cuanto al tamaño empresarial", afirmó.
Además, quiso destacar que Rosell no mantuvo ninguna conversación con él directamente y añadió que "si el presidente de CEOE hubiera tenido un minuto para hablar, ATA estaría hoy en CEOE".
No obstante, a espera de configurar un diálogo social de autónomos, a día de hoy, estas asociaciones no forman parte de la mesa de negociación con el Gobierno. Y, pese a que Lorenzo Amor afirmó que "no necesita estar sentado en la misma mesa que CEOE", sí que lamentó no haber sido consultado para llevar a cabo la reforma de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, ya que, según añadió, estas modificaciones van a afectar mucho a los trabajadores por cuenta propia.
La morosidad, el gran lastre
En un desayuno organizado por la Asociación de Profesionales de la Comunicación, el presidente de ATA denunció el principal problema que siguen sufriendo los autónomos: la morosidad. A pesar de que se haya aprobado una Ley de Morosidad, "no paga nadie y nadie cumple la Ley de Morosidad".
Sobre todo por parte de la Administración Pública, cuya deuda contraída con los autoempleados ya alcanza los 12.000 millones de euros. De hecho, él mismo detalló que es acreedor de dos ayuntamientos y tres comunidades autónomas.
También se detuvo sobre la eterna exigencia de los autónomos de no pagar el IVA de las facturas todavía no cobradas. Amor explicó que actualmente los autónomos han adelantado 1.500 millones de euros al Gobierno por este impuesto. Después de recordar que la propuesta de modificar el pago de este impuesto se ha quedado en un cajón, criticó la alternativa que les ofrece el Ministerio de Economía de aplazar el pago del IVA. Y explicó que los empresarios que aplazan el pago de impuesto, luego tienen que pagar intereses.