
En los últimos tres años, el número de autónomos en España ha descendido en 375.093 trabajadores, lo que supone una caída del 10,8 por ciento, según un análisis realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
En concreto, desde marzo de 2008, los autónomos propiamente dichos (personas físicas) han disminuido un 11,7 por ciento, frente a la caída del 9,2 por ciento de aquellos que poseen personalidad jurídica, es decir, los constituidos como sociedades. Las actividades que mayor caída de autónomos registraron fueron la construcción, con 87.199 trabajadores menos; el sector de la agricultura, con 47.473, y el comercio, que resta 41.178 trabajadores. No obstante, el sector de la información y comunicación sumó 648 nuevos emprendedores, lo que supone un 2,5 por ciento más.
Según el presidente de ATA, Lorenzo Amor, estos datos se deben a que "los autónomos constituidos como sociedad han tenido menos dificultades para sobrevivir que los autónomos y las microempresas, por la facilidad de acceso a la financiación y la mayor capacidad para afrontar la morosidad".