Según la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri), durante el año 2009 se captaron 1.173 millones de euros, de los cuales únicamente 27 millones se dedicaron a empresas en proceso de creación (lo que se conoce como fase semilla). Además, dos tercios de esos fondos se aplicaron en negocios convencionales.
En otras palabras, el emprendedor que quiere comercializar una nueva tecnología se debe apoyar en los cuatro 'locos' que le quieran especialmente (padres, hermanos, compañeros y otros conocidos de su entorno), en la escasa financiación pública o en los 'business angels'.
Ante este panorama me vienen a la cabeza algunos documentales, en concreto el de las tortuguitas que eclosionan en la playa y deben sortear miles de peligros inmediatamente después de su nacimiento, en su corto pero difícil trayecto hacia el mar. Suena duro, ¿no? Pues lo es. Esas tortuguitas, que representan al emprendedor de cariz tecnológico me caen simpáticas? y por eso he podido recabar lo que se debe o no hacer en esa andadura hacia los océanos azules y, cómo no, hemos empezado a predicarlas agrupándolas en la forma de los diez mandamientos que son nuestras tablas de la ley. Querido emprendedor, permíteme que te evangelice un poco; vamos a ello:
1- Amarás tu idea sobre todas las cosas, hasta que encuentres una mejor. Hay que evitar el síndrome del 'one million dolar idea', aquello de "Mi idea es lo mejor". Bueno, hay que contrastar.
2- Consultarás con otros antes de arrancar. Hay que valorar la idea, saber qué potencial de negocio tiene; si no, querida tortuguita, quédate en el huevo.
3- Adaptarás los enfoques de otros. Claro, no se trata de copiar, lo que le funciona a uno puede no funcionarte a ti, pero adaptar otras 'buenas prácticas' es el camino de la salvación.
4- Informarás verazmente. La transparencia es clave para crear confianza en torno a tu idea y su acción de emprendimiento.
5- Honrarás a tus inversores. Sí, son duros, te 'quitarán' trozos de tu empresa por un precio que siempre te parece poco... pero son tus inversores.
6- No tendrás pensamientos impuros con los inversores. Son difíciles y celosos, pero intentar atraer más inversión sin consensuarlo con los ya existentes es meterse en un avispero.
7- No matarás tu idea antes de tiempo. Los ciclos de emprendimiento son largos, hay que saber que pueden pasar años hasta que se vea la luz al final del túnel.
8- Respetarás tu plan de negocio. Ya no eres un inventor o un 'científico loco'; te debes a un plan que te guiará por el recto camino de los negocios.
9- Santificarás el mercado. Estás en el mundo real, el valor de tu idea es lo que alguien está dispuesto a pagar por ella. Ve al mercado sin miedo y con convicción.
10- No temerás al fracaso. Y si fallas, ¿qué pasa? Pues lo justo, es otra experiencia, lo normal es que falles más de una vez antes de triunfar con una idea emprendedora.
Espero que el lector haya llegado hasta aquí con suficiente ánimo. No olvidemos que la mayoría de los grandes éxitos empresariales han surgido en tiempos de crisis económica. ¡Ánimo, tortuguitas!
Ángel Sánchez Díaz es gerente de Everis y director general de i-deals