Pymes y Emprendedores

Los emprendedores convierten la cultura en un nicho de negocio

Es un sector más relacionado con el ocio que con el negocio, pero que según datos de la Fundación Incyde, ya supone el 4% del PIB, da trabajo a más de 750.000 personas... y está sorteando la crisis con mayor eficacia que otros sectores. Se trata de la cultura, que de un tiempo a esta parte se está consolidando como un floreciente nicho donde emprender una actividad comercial.

"Quizás hasta hace poco era una tabú introducir en este sector el término empresa, pero es indudable que la cultura también es un negocio. No es que ahora sea más fácil crear empresas vinculadas a la cultura, pero sí es un nicho que ha aflorado y del que se están empezando a ver oportunidades latentes", comenta Ángel Colomina, director general de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio, una institución dedicada al fomento y a la formación del espíritu empresarial.

¿Y de qué manera este segmento, que tradicionalmente ha estado más vinculado a las inquietudes intelectuales de sus autores que a su interés comercial, ha despertado como un nicho creciente de negocio? La respuesta la tienen los propios protagonistas: "Casi todos los que estamos en el mundo de la cultura venimos de las ramas de humanidades. Tenemos formación sobre lo que hacemos, pero lo que falta es conocimiento de lo que es gestionar una empresa". Así lo explica Pablo Martínez, uno de los responsables de Cabofaro. Se trata de una compañía especializada en las producciones audiovisuales para espectáculos de índole cultural, que ha realizado servicios para eventos de flamenco.

Formación empresarial

Colomina relata que "hay gente que montó una empresa cultural por vocación, pero que está empezando a descubrir que se puede vivir de ello como un negocio más, y que hay margen de crecimiento empresarial". La crisis, por un lado, ha espoleado el interés de este tipo de emprendedores por adquirir las competencias de gestión que necesitan para transformar su ocio en negocio. Por otro lado, cada vez son más las instituciones privadas y centros empresariales que también han descubierto el potencial, tanto de creación de empresas como de generación de empleo, de este sector.

Un ejemplo es la ciudad de Granada, que ha abierto un vivero de empresas dedicado al sector creativo y cultural. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la consejería de Economía de la Junta de Andalucía, ofrece tutorías a los emprendedores durante la realización de sus planes de negocio. En esta misma comunidad autónoma, cerca de 50 proyectos creativos malagueños se han consolidado en empresas a través del apoyo del deno- minado Proyecto Lunar, que ha asesorado ya a cerca de 300 emprendedores vinculados a las artes plásticas y escénicas, la industria musical o el desarrollo de software.

A nivel nacional, uno de los proyectos más ambiciosos en la misma línea es el programa que desarrollan el Ministerio de Cultura y las Cámaras de Comercio, con el que se pretende impulsar la creación de empresas y negocios de base cultural. Pablo Martínez, de Cabofaro, pasó por este programa en 2010.

También participó en él Paloma Mayordomo, en su caso para consolidar Genova Tecnic CM, la empresa que constituyó en 2003 en Alcázar de San Juan. "Ganamos un proyecto para reconvertir un monasterio del sigloXVI en un hotel y un taller de escritura".

En su opinión, "es cierto que a veces se piensa que esto de tener un taller de escritura puede ser por amor al arte, pero desde mi punto de vista es un negocio y, si pierdes el horizonte empresarial y trabajas más como una ONG, fracasas".

Extensible al tercer sector

La cultura no es el único sector que constituye un nicho floreciente de creación de empresas. Esta tendencia también es extensible al denominado tercer sector, es decir: fundaciones, asociaciones y empresas sociales.

Según datos de Axesor, este segmento de la economía social ha creado un 2 por ciento más de empleo entre 2007 y 2010, una cifra que contrasta con el 15,7 por ciento de puestos de trabajo destruidos por las sociedades mercantiles en el mismo periodo.

Además, sus unidades crecen a un ritmo del 6,97 por ciento anual, casi el doble del 3,63 por ciento del resto de sociedades.

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