
El principal problema de las pymes a lo largo de este año seguirá siendo la falta de financiación, endurecida por una morosidad que, en muchos casos, procede de las propias Administraciones Públicas. Y, por ahora, continuarán pagando el IVA de sus facturas incluso antes de haberlas cobrado. Pequeños negocios y emprendedores deberán sacar fuerzas de flaqueza. Éstas son algunas de sus armas en la batalla contra la crisis.
Impuesto de sociedades:
Este año, las pymes empezarán a disfrutar de una medida aprobada el pasado 3 de diciembre: la rebaja fiscal. El Gobierno ha ampliado el rango de facturación para poder tributar al tipo reducido del 25% en el Impuesto sobre Sociedades, desde los ocho a los diez millones de euros. También ha elevado la base imponible para acogerse a dicho tipo de los 120.000 a los 300.000 euros. En el frente de los autónomos, se mantiene vigente la medida anticrisis de poder reducirse un 20% los rendimientos netos de actividades económicas, siempre que se mantenga plantilla.
Libertad de amortización:
De esta ventaja fiscal, aprobada en 2008, se podrán seguir aprovechando todas las empresas durante este año: la libertad de amortización permite imputar en el capítulo de gastos todas las inversiones en elementos nuevos del inmovilizado material y de las inversiones inmobiliarias afectas a actividades económicas (como maquinaria, local...). Hasta entonces, sólo se podía incluir en ese apartado una parte de estas inversiones pero de esta forma las empresas reducen su base de Sociedades, y con ello, su factura fiscal.
Ayudas públicas:
El informe sobre creación de empresas GEM (Global Empreneurship Monitor) revela que muchas empresas no se informan acerca de las ayudas públicas a las que pueden optar, tal y como explica Daniel Soriano, profesor de Gestión Emprendedora del IE Business School. Pero sí existen. Hace sólo unos días, La Caixa anunciaba que ha renovado el acuerdo con el ICO para ofrecer las nuevas líneas de financiación para este año. Y el pasado noviembre, el Ministerio de Ciencia e Innovación lanzaba un nuevo fondo de capital riesgo dotado con 300 millones de euros públicos para fortalecer el tejido de pymes innovadoras. También están los préstamos blandos del Cedeti (que sólo se pagan cuando el cash flow de la empresa es positivo), los de Enisa y las sociedades de garantía recíproca de las diferentes comunidades autónomas. Una parte importante de las ayudas va dirigida a empresas dedicadas a actividades innovadoras, científicas o tecnológicas. En este sentido, en 2011 se mantendrán los incentivos fiscales a las actividades de I+D+i, aunque se evaluarán y reducirán.
Fomentar el consumo:
Según explica Borja Oria, de Acotex (la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos), su sector aplicará dos estrategias para compensar el parón del consumo, que se prevé que continúe en 2011. "Una de ellas es la del precio: las promociones, descuentos y ofertas especiales; la otra, la creatividad, la mejora de la atención al cliente, los eventos especiales celebrados en la tienda, como los late opennings (apertura para un grupo reducido de personas) o la celebración de noches como la Vogue Fashion's Night Out, así como las actividades dirigidas a niños".
Recortar costes aún más:
Reducir costes todavía es posible, según Hilario Alfaro, presidente de la Confederación de Comercio (COCEM). "Seguiremos recortando costes donde pensábamos que ya no era posible", dice. En bonanza, muchos comercios contrataron "con cierta alegría", comenta. Es momento de estudiar a fondo "las franjas horarias de más ventas", de cerrar los locales menos rentables y de abrir nuevas tiendas en los lugares idóneos para la venta. "Los locales que antes eran inaccesibles porque estaban ocupados están ahora vacíos y a un precio más bajo", añade Alfaro.
Diversificar la financiación:
Ningún banco va a querer poner todo el dinero que su empresa necesita. Por ello, es mejor plantearse, desde el primer momento, una financiación a tres bandas: la del banco, la del Estado (vía subvenciones y ayudas) y los recursos propios. Es más, algunas ayudas (como los préstamos del Cedeti) ya exigen que la empresa receptora cuente con el apoyo del capital privado.