
Es cocinero y presume de ello. Pero también empresario. Sergi Arola, galardonado con tres soles, la máxima distinción que otorga cada año la Guía Repsol, puede presumir a sus 42 años de haber creado un pequeño imperio gastronómico, con restaurantes en Madrid, Barcelona, Roses (Gerona), Lisboa, Sao Paolo y, próximamente, también en Chile.
Nació en Barcelona, aunque se crió en Olesa de Montserrat, donde convivió largas temporadas con su abuelo materno, Joaquín Arola Giralt, que llegó a ser un experimentado gourmet, tanto en España como en Francia.
Sergi Arola se inició en los fogones con tan sólo 12 años de edad. "Mi aversión a la comida fue la que me llevó desde pequeño a preparar mis propias recetas, modificando los recetarios caseros", recuerda con cariño.
Acabó graduándose en la primera promoción de la Escuela de Hostelería y Restauración de Barcelona. Según dice ahora, "para huir del bachillerato y poder tocar la guitarra eléctrica en Los Canguros", el grupo de pop-rock en el que componía además la letra y la música de la mayoría de las canciones. Trabajó en distintos restaurantes, e incluso en una pastelería, hasta que descubrió que lo suyo era la cocina de vanguardia. Casado con Sara Fort y padre de dos niñas -Carla y Ginevra-, decidió en 1997 trasladarse a Madrid para emprender sus propios negocios y se hizo así cargo del restaurante La Broche. El éxito le llegó pronto y apenas tres años después, Arola se aliaba a Occidental Hoteles para lanzar la misma marca en uno de sus establecimientos, el Hotel Miguel Ángel.
Tras diez años al frente del restaurante, decidió iniciar una nueva etapa con el Sergi Arola-Gastro, "con una implicación emocional que llegara a todos y cada uno de los detalles alrededor de la experiencia de venir a nuestra casa".
Desde su cocina y, mientras gestiona la expansión de su empresa -"al fin y al cabo, es sólo una pyme y cuenta con un equipo a mi alrededor", responde cuando se le pregunta si le da tiempo para todo-, está acometiendo también un proyecto por el que asume la restauración de Haciendas de España, la cadena de hoteles de enoturismo impulsada por Bodegas Arco.
Arola no oculta que uno de sus grandes apoyos es su propia familia. "La dirección de sala de Gastro recae en mi mujer y en Barcelona, donde llevamos el restaurante del Hotel Arts, es mi hermano el que está al frente. No hay nadie mejor". Él puede disfrutar así de su gran hobby: la cocina.