
El capital humano es el factor más importante de los que determinan la renta per cápita, señala Pablo Fernández, director nacional de Profiles International España. Esta compañía presentó ayer su estudio Spain's Most Productive Companies 2009, que revela precisamente lo que indica su nombre: qué empresas con actividad en España obtuvieron el máximo rendimiento de sus trabajadores el año pasado y cómo lo lograron. Entre ellas, gigantes como Repsol YPF, Cepsa, Telefónica Móviles, Endesa, Sharp, Volkswagen Audi España... hasta sumar cien. Todas ellas de más de 200 empleados para evitar, según sus autores, "la volatilidad de las micropymes".
Entre los sectores más productivos están el de las manufacturas (al que pertenece el 28% de las ganadoras), los servicios diversos (que, con un 21% de las empresas destacadas, se refieren a servicios de limpieza, funerarios, de call center, de seguridad...) y la distribución de productos de consumo (con un 20%).
El informe incluye el cálculo de la parte de los ingresos que genera cada empleado, un dato que, pese a resultar útil para localizar a las mejores de cada área de actividad, debe tomarse con cautela a la hora de comparar sectores, ya que mientras unos precisan mucha mano de obra otros están apoyados fundamentalmente en la maquinaria y la tecnología.
Tal y como explica Jorge Cagigas, presidente de la Fundación para el desarrollo de la Función de Recursos Humanos (Fundipe) y colaborador en el informe, "uno de los principales gaps entre España y otros países es cómo gestionamos a las personas; si un trabajador no sabe cuáles son sus funciones, por qué se le evalúa ni por qué se le recompensa... es difícil que lo haga bien". Más aún teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas se dedican al sector servicios, en el que el individuo es un factor de transacción fundamental.
Éstos son los principales aspectos sobre la gestión del talento que caracterizan a las compañías más productivas de España:
Su actividad no se limita únicamente al mercado nacional:
Uno de los problemas que pueden lastrar los niveles de productividad es el enfoque exclusivo de una compañía hacia el mercado nacional que, según apunta Pablo Fernández, "presenta menos competencia, lo que no incentiva al empresario a mejorar sus niveles de productividad ni de competitividad". La mayoría de las empresas seleccionadas tiene una reconocida presencia internacional.
Cada empleado está en su puesto de trabajo idóneo:
Puede parecer una obviedad, pero otro de los problemas recurrentes es la deficiente adecuación de las personas a sus puestos de trabajo. En las empresas ganadoras, "los empleados encajan con sus puestos por su experiencia y habilidad para desempeñar su labor". A la hora de contratar, definen meticulosamente el tipo de persona que les interesa.
Los jefes saben detectar el talento y cuidarlo:
Los directivos son conscientes de que son responsables de garantizar el éxito de sus equipos. Saben ayudarles a desarrollar sus habilidades a través del coaching, el mentoring y su experiencia. Entre sus rasgos comunes: comunicación, liderazgo y capacidad para adaptarse a nuevas ocupaciones.
Invierten en tecnología y en innovación:
Sobre todo, lo hacen si la ausencia de éstas puede ralentizar el crecimiento de la plantilla. Por otro lado, consideran que la innovación es una cuestión que atañe a todos los empleados, no sólo al departamento de I+D.
No asocian horas de oficina con rendimiento:
"En España todavía existe la percepción de que el trabajador que más produce es el que se queda hasta tarde", comenta Aline Masuda, profesora de Eada. Además, muchos jefes desconfían de sus empleados, por lo que les cuesta ofrecerles la opción de teletrabajar: ¿quién controlará lo que hacen desde casa?