
Un emprendedor tiene una buena idea de negocio. Ha trabajado en el sector, y lo conoce. Cree que hay margen para innovar y él se ve capaz de hacerlo. Cuenta con algo de capital propio para arrancar pero necesita el 80% del dinero que ha calculado en su plan de negocio. La parte sencilla del proceso ya está hecha.
Ahora llega lo complicado: peregrinar de banco en caja para pedir financiación. "Sigue siendo difícil obtener un préstamo", reconocen desde la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid, AJE. Y de hecho, el último dato del Banco de España arrojaba en julio una caída histórica del crédito a hogares y empresas del 2,13% anual.
Acudir a un banco o caja a pedir dinero se convierte hoy en un auténtico desafío. Para enfrentarse a él hay que ir más pertrechado que nunca. Éstas son algunas claves que le guiarán en su búsqueda de financiación:
Recursos propios
Como ha ocurrido con las hipotecas, los bancos son ahora reticentes a avalar con el cien por cien los proyectos de empresa. Raúl Jiménez, director financiero de AJE, explica que "piden al emprendedor que también se moje y que aporte al menos un 25% como recursos propios".
El problema es que el emprendedor no suele contar con un volumen tan alto de recursos, por lo que tendrá que recurrir a avales como la declaración de la renta o los bienes familiares.
Plan de empresa
Es el escaparate que exhibe el emprendedor a la entidad bancaria. Cuanto más amarrado esté mejor, ya que será un documento que pase del gestor comercial al departamento de riesgos, donde la operación se examina con mucho más detalle. "Es importante contar con una propuesta de actividad bien fundamentada y que indique con claridad la generación de ingresos", explican desde Banco Popular.
"A la hora de presentar a una entidad un proyecto para su financiación, lo primero y más importante es la elaboración correcta y completa del plan de negocio, teniendo en cuenta la mayoría de factores controlables, tales como amortización, costes fijos, plazos de cobro...", señalan desde La Caixa.
Diversificación
"Nuestro consejo -señalan desde CajaCanarias- es que diversifique la financiación a través de las distintas fuentes: financiación bancaria, subvenciones y ayudas y recursos propios". Partiendo de la base de que el banco no va correr con el cien por cien del riesgo, hay que tocar otras puertas. Con todo, las líneas del ICO pueden llegar a cubrir el 90% del proyecto, sin comisiones y con un tipo de interés preferente.
La AJE ha firmado un acuerdo con la empresa pública Enisa para crear un fondo de 25 millones de euros para financiar proyectos de hasta 50.000 euros sin aval a devolver a cinco años y con seis meses de carencia.
Valoración de la capacidad de reembolso
Uno de los capítulos del plan de negocio que más confianza da a las entidades es la valoración de la capacidad de reembolso. "En este punto influyen factores como la liquidez, solvencia, facturación, renta- bilidad del negocio, liquidez, políticas de gestión de la tesorería, gestión del riesgo y del cobro...", indican desde la consultoría Axesor.
Se trata de hacer una fotografía lo más fiel que se pueda de cómo se gestionará el flujo de ingresos y qué previsiones de tesorería hay.
Comisiones, plazos e importe
En la oferta de préstamo de bancos y cajas hay que distinguir la subvencionada de la meramente comercial. La subvencionada viene de la mano de instituciones públicas como el ICO que, como ya hemos comentado, ofrecen condiciones preferentes.
En cuanto a la comercial, cada entidad dicta sus condiciones. Por lo general, suelen tener comisiones de apertura, estudio o amortización, el importe a financiar suele situarse entre 3.000 y 60.000 euros y los plazos no superan los diez años.
Contar con muchos clientes
Otro de los argumentos que puede convencer a una entidad a la hora de conceder un préstamo a un empresarios es, de nuevo, la palabra mágica de diversificación. En este caso, del ciclo productivo.
Es muy importante para cualquier entidad determinar el número de clientes con los que el solicitante de un préstamo opera, señalan desde Axesor. Un número reducido implicaría mayor riesgo que una cartera de clientes muy diversificada.
Incidencias judiciales y estructura societaria
Una fuente de información imprescindible para valorar el riesgo de impago son las incidencias judiciales en las que se encuentra inmersa una compañía. La entidad va a consultar los archivos del RAI para comprobar que la empresa no se encuentra en una situación de morosidad.
Finalmente, el banco examinará la estructura de los avalistas de la empresa, así como el patrimonio de los implicados legalmente en garantías. Esto sucede cuando hay socios en la empresa: es importante saber si existen garantías personales de los socios o gerentes en favor de la sociedad.