
No conviene precipitarse. Porque basta con echar un vistazo a los últimos datos que ofrece en su web la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) para sacar conclusiones y echarle la culpa a la de siempre: la crisis.
Porque en 2009 el número de empresas de este sector disminuyó un 5,62%, el empleo también cayó un 5,9% y la producción se redujo un 5,57% hasta los 100,3 millones de pares.
Pero la letra pequeña siempre es importante. El calzado español ya sabe desde hace más tiempo que el resto de sectores lo que son los tiempos difíciles. La competencia asiática lleva azotándoles años y la deslocalización ha hecho complicado producir y vender barato el made in Spain.
Así que no les ha quedado más remedio que hacer los deberes. Al menos eso aseguran con gran optimismo desde Fice. "Ya nos reconvertimos hace años y hemos hecho los deberes. Hasta un 80% de la producción se exporta y en lo que llevamos de año estas cifras han crecido un 6%, así que estamos menos tocados que otros", cuentan.
Seguridad
Y no les falta razón. Porque mientras Cibeles está sacando a la luz no sólo las propuestas de las principales firmas de la moda española, sino la poca repercusión de nuestros diseñadores más allá de los Pirineos, una vuelta a lo más comercial y las dificultades económicas por las que pasan nuestros couturiers, en el calzado hay firmas cuyas pisadas son más que seguras.
Cuplé nació en Elche allá por 1984, aunque inició su aventura en el exterior hace unos 12 años. Y han vivido casi de todo. Aterrizaron en México y la cosa no funcionó como esperaban, pero insistieron con otros mercados. Hoy, esta empresa fundada por Antonia Pastor, que ya va por la segunda generación y que tiene un volumen de negocio de unos 20 millones de euros, está dispuesta a consolidar su fuerza en otros mercados.
"Hace cuatro años entramos en Suiza, Hungría y Marruecos gracias a unos turistas que de visita por España conocieron la marca. Y nos va muy bien, y eso que no es fácil vender un producto que está en la gama media o media-alta", señala Francisco Suárez, su director de expansión.
Aunque para Suárez, uno de los principales logros de la marca ha venido de la mano de un fichaje: el de la modelo española Almudena Fernández como imagen de la empresa. "No sólo se implica mucho en el día a día, es que ha diseñado una colección cuyo proceso es totalmente respetuoso con el medio ambiente y nos ayuda mucho que sea reconocida fuera de nuestras fronteras", dice.
EEUU y Europa
De hecho, uno de los últimos logros de la marca es la entrada en EEUU de la mano de la cadena de grandes almacenes Bloomingdale's. "Estamos terminando las colecciones y ahora nos toca presentarles nuestras propuestas. Seguro que les gusta", dice. Aunque la compañía, cuenta, lo que quiere es consolidar su marca en el continente europeo y que cuajen en el mercado nacional las colecciones que van a sacar para hombre y niña.
Otras empresas, sin embargo, tienen más trillado el Viejo Continente. Es el caso de El Naturalista, una empresa que nació en La Rioja y que tiene un ratio de exportación del 90%. "El mercado europeo supone casi un 80% de nuestra facturación -dice Juan de la Peña, su director comercial- seguido del continente americano con un 16%".
La compañía fabrica zapatos ecológicos e inspirados en viajes que han sido bien acogidos por los consumidores. Y eso a pesar de que, como todo producto con componente medioambiental, su precio no compite precisamente con lo que viene del continente asiático. Juan de la Peña cree saber por qué. "Cuando en tiempos de bonanza algunas empresas apostaron por el todo vale, nosotros hemos seguido manteniendo la coherencia", cuenta.
En busca de celebrities
También hay otras marcas que le deben mucho a un golpe de suerte. O más bien de celebrity. Porque aunque la marca Pretty Ballerinas -que pertenece al grupo Mascaró- tenga una tradición en la fabricación y producción de bailarinas desde hace casi un siglo, lo cierto es que el hecho de que Claudia Schiffer llevara sus zapatos y otras famosas hayan lucito palmito con ellos han hecho mucho -más que cualquier publicidad convencional- por dar a conocer esta marca.
David Bell, director general de la compañía, cree que la clave del éxito, aparte del boca-oreja, es la calidad de un producto que se vende alrededor de los 100 euros, aunque haya modelos que superen ampliamente esa cifra. "Compramos los mejores materiales que hay en el mundo y vendemos a un precio justo en función de los costes que supone producir en España", dice. Igual que Cuplé, la empresa controla todo el proceso de producción -que se hace íntegramente en Menorca- y eso les permite "controlar la calidad de los productos" e innovar constantemente, como dan fe los más de 200 modelos nuevos que presentan cada temporada.
Con cifras de exportación cercanas al 60%, están presentes en los cinco continentes a través de tiendas multimarca y acaban de inaugurar tienda en Nueva York y Taiwan. ¿Próximos objetivos? Los Angeles y Tokio.
Buenos precios
Otro público es el que ha encumbrado a Mustang al olimpo de la fama. La empresa, con más de 40 años de vida, se dirige a un público joven con calzado muy competitivo en precio, pero ha conseguido llegar a buena parte del público gracias a una apuesta contundente por el marketing. Su participación en el Festival de Benicassim, el product placement en series televisivas y sobre todo el fichaje de la actriz Amaia Salamanca han sido clave en su crecimiento.
Pero quieren más. Fuentes de la empresa indican que tienen preparado el salto al exterior -a través de sus tres marcas Mustang, Maria Mare y Sixtyseven- para superar la barrera del 20% de su facturación que hoy suponen las ventas internacionales.
"En Europa estamos principalmente en Escandinavia, Gran Bretaña y Francia, aunque EEUU es nuestro mercado de referencia y donde tenemos una oficina comercial desde el año pasado", señalan desde la compañía. El ejercicio anterior crecieron un 10% y este año esperan doblarlo.