Invertir en I+D+i es una vía con la que muchas compañías buscan encontrar un valor añadido para su negocio, a través de nuevos productos o líneas de producción. Sin embargo, lanzarse a la aventura de la innovación sin conocer lo que otros competidores están haciendo en la misma línea puede llevar al despilfarro. Tanto como para perder 30.000 millones de euros al año en proyectos que ya han patentado otros.
Cada año, las empresas europeas pierden 30.000 millones de euros en innovaciones que ya están patentadas, según datos de la Cámara de Comercio de Madrid, que amparándose en esta estadística ha lanzado un seminario práctico dirigido a que las pymes implanten un sistema que corrija este fenómeno.
El objetivo es concienciar a las pequeñas y medianas empresas de la importancia de la vigilancia tecnológica, un concepto que, según este organismo, puede evitar pérdidas de dinero y tiempo trabajando en invenciones e innovaciones que ya están patentadas.
La vigilancia tecnológica implica que cualquier compañía con un producto o una tecnología en el mercado debe saber en qué productos se está trabajando; qué tecnologías emergen, crecen y cuáles se quedan obsoletas; y conocer quiénes son los líderes tecnológicos en su sector. Estos términos, presentes en las grandes corporaciones multinacionales, especialmente aquellas que operan en el sector tecnológico y de las TIC, son aún desconocidos en la práctica empresarial de las pymes.
La implantación de este sistema tiene como objetivo la anticipación, ya que alerta sobre posibles cambios o amenazas de sectores competidores o de otros distintos al de la empresa. También implica reducir riesgos, ya que permite, por ejemplo, descubrir si otras compañías están copiando directamente un producto o servicio.
Otra de las ventajas de este proceso es que garantiza el progreso, pues ayuda a detectar oportunidades de inversión y comercialización. Además, la vigilancia tecnológica fomenta la innovación, ya que contribuye a detectar ideas y nuevas soluciones como qué orientación deben seguir los proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i ) de la empresa y su enfoque técnico. Asimismo, la vigilancia tecnológica tiene como objetivo la cooperación, pues favorece el contacto con nuevos clientes, con expertos o con los socios más adecuados en proyectos conjuntos de I+D+i reduciendo así el esfuerzo económico.
Por último, el organismo apunta que, para ayudar a las pymes a informarse y acceder a los programas nacionales e internacionales de ayudas y subvenciones a la I+D+i, la Cámara de Comercio de Madrid forma parte de la Red PIDI, que promueve el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
