
En un momento económico difícil y con el grifo de los bancos cerrado, muchas empresas intentan reducir costes. Es el momento de renegociar las facturas y las mensualidades del alquiler del local. La alternativa del alquiler flexible -ya que hay empresas que permiten alquilar oficinas incluso por un solo día- gana puntos.
Esta solución permite a pymes y emprendedores tener un lugar en el que reunirse con socios o clientes, así como disponer de una dirección postal en la que recibir correspondencia. Según Philippe Jiménez, director comercial de Regus en la región EMEA (Europa, Oriente Próximo y África) la tendencia es a la flexibilidad laboral. La compañía tiene una red de más de mil centros en 77 países.
¿Están notando un cambio de la demanda en el sector del alquiler de oficinas?
Sí. El alquiler convencional, en el que se paga por metro cuadrado, está cayendo en favor del flexible. La gente quiere evitar los costes fijos y apostar por los variables. Prefieren el pago por uso. Por otro lado, se nota que las empresas están intentado adaptar el tamaño de la oficina al de la plantilla. No quieren pagar por un espacio que no utilizan.
¿Cree que la flexibilidad laboral se impondrá pronto?, ¿ha empezado ya este giro?
Por supuesto. Estamos cambiando. Ya no trabajamos en oficinas prehistóricas donde hay una persona por mesa. Ahora, la mitad de los puestos están vacíos, porque es necesario estar con el cliente, no permanecer el cien por cien del tiempo en el lugar de trabajo.
Paralelamente, las salas de reuniones están cada vez más llenas, porque evolucionamos hacia una mayor comunicación. La oficina está perdiendo peso. Cada vez se piensa más que el trabajo es algo que hacemos y no un lugar al que vamos. Hay muchos sitios donde puedes ser más eficiente que en la oficina. Hace cincuenta años no había ordenadores y dentro de veinte tampoco nos harán falta para trabajar; la gente lo hará desde cualquier sitio. El catalizador de todo esto es la tecnología.
¿Existen datos que demuestren que esta forma de trabajar funciona?
Sí. Empresas como Google intentan atraer talentos permitiéndoles trabajar desde casa. Por su parte, Deloitte ahorró unos 40 millones de dólares el año pasado de la misma forma. Lo que han hecho es darles calidad de vida. No quiere que pasen horas y horas en el coche, sino que sean más productivos. Otro dato es el de Cisco, uno de nuestros principales clientes: su productividad ha aumentado un 25% gracias a estas políticas.
¿Cómo puede una red de oficinas como la suya facilitar los viajes de negocios?
Puedes viajar mañana a Houston y tener allí exactamente la misma oficina que has visto en Madrid, y el martes ir a San Francisco, a Bangkok o a Sydney, y disponer de lo mismo. El mismo equipamiento y una infraestructura similar, entre otras facilidades.