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Se acabó el volverse loco para aparcar: su móvil le dice dónde hay un sitio libre

Una empresa española ya está poniendo a prueba el sistema en EEUU. Foto: Elisabeth Nogales
Cuando se sale un sábado noche no vale la pena llevarse el coche. No sólo por si cae alguna copa sino también porque, en muchas ciudades, el aparcamiento se pone imposible. Pero hay ocasiones en las que el conductor decide jugársela y confiar en su suerte.

Imagine que está buscando una plaza por las calles de su ciudad y que, cuando empieza a rayar en la desesperación, recibe un sms que le indica que en el número 46 de tal calle hay un sitio libre. Y que sólo tiene que reservar la plaza a través del móvil y dirigirse a la dirección indicada para dejar su vehículo y reunirse con sus amigos en el bar de siempre.

¿Le gusta la idea? Pues no es un sueño. La empresa española Galeón Software ya está probando este sistema en San Francisco -EEUU-. Es la primera vez que un servicio como éste se prueba en ese país, y muchas empresas que gestionan los parquímetros clásicos se han mostrado interesadas.

Pronto en España

A España podría llegar pronto, pero por el momento aquí no será tan perfecto: indicará en qué zona (entre las calles X e Y) hay plazas libres. En San Francisco, en cambio, revela exactamente dónde está ese sitio. El motivo es que en esa ciudad las plazas están registradas individualmente, lo que permite informar con más precisión.

Según explica José Luis Cumplido, director general de Galeón, ya han empezado a comercializar su tecnología en este país. "Hemos establecido algunos contactos. Hace meses hicimos una oferta junto con Movistar, que nos eligió como socio tecnológico, al Ayuntamiento de Mataró".

La propuesta no salió adelante, pero la empresa se ha puesto en contacto, según Cumplido,"con un ayuntamiento de una ciudad grande y los de cuatro o cinco pequeñas". Aunque no tengan mucho presupuesto, podrán permitírselo, porque el servicio no exige una inversión inicial: "Al Ayuntamiento de San Francisco no le cuesta nada; se le ofrece un servicio y se cobra un suplemento por el uso de la plaza. Es el ayuntamiento el que decide quién paga. Al cliente le cuesta sólo 20 o 30 céntimos más de lo que paga por el ticket de la hora por la plaza en un parking.

Un sistema, que abarataría costes, ya que no habría que mantener parquímetros, recoger la recaudación... Pero todo tiene pros y contras, y todavía se trata de un sistema piloto: por ejemplo, ¿cómo se impedirá que un conductor ocupe la plaza que otro ha reservado y hacia la que se está dirigiendo? Habrá que pulir detalles como ése.

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