
¿Hay algo mejor para demostrar lo rico que uno es que pavimentar los suelos del yate con oro? La pregunta puede tener respuesta en la feria del lujo de Verona, en el norte de Italia, donde los multimillonarios encuentran todo tipo de artículos con los que distinguirse de los millonarios 'a secas' y demás mortales.
Los seis pabellones por los que pululan atractivas vendedoras muestran helicópteros, coches Ferrari y Bentley, yates interminables, relojes de 1,5 millones de euros y bañeras calientes con botellas de champán metidas en cubetas de hielo de plata.
"Verona es la Feria del Lujo, y es mucho mejor que otras polvorientas muestras en Italia", dijo el anticuario Umberto Campi, de Milán, rodeado de trajes de armadura de samurais japoneses del siglo XVI y de máscaras macabras cuyos precios arrancan desde los 20.000 euros.
A los expositores les gusta la feria de Verona, que se celebró del 10 al 18 de febrero, porque hay un público muy diverso, desde profesionales industriales a compradores de cristalería.
Parqué de oro
En un stand, la compañía italiana Aurum mostraba su pavimento de parquet de roble cubierto por una pátina de oro de 24 kilates a un precio de 6.800 euros el metro cuadrado. El mismo precio vale comprar un apartamento en el centro de Milán. "Somos los primeros en el mundo", dijo el director comercial Riccardo Risetto. "Otros sólo tienen suelos pintados en oro".
Risetto dijo que Aurum está en conversaciones con los diseñadores Dolce & Gabbana, que acaban de abrir un bar en Milán llamado Gold, y con un naviero que quiere utilizar su material en los yates de superlujo que construye.
La ropa es gran símbolo de estatus para los 'super ricos', igual que para el resto. Pero sobresalir de la media puede ser delicado. ¿Qué le parecen unos vaqueros lavados con champán, salpicado con diamantes y adornados con oro, realizados por el joyero Xipe of Vicenza y la empresa de moda de Verona Move Easy? Sólo valen 150.000 euros. Muchas otras cosas espléndidas se pueden encontrar en LifeGem, el mundo de los diamantes.
Juguetes de todo tipo
Una de las principales atracciones de la feria es el stand de las Muñecas Reales, donde una rubia con lencería transparente y una morena con un top y una falda de cuero están sentadas en un sofá con las piernas extendidas y los labios fruncidos.
Las dos son de tamaño natural, muy verosímiles, y son juguetes sexuales de silicona con un esqueleto de plástico y acero que se articulan para colocarlas en cualquier posición, dijo el director ejecutivo y director creativo Matt Krivicke. Cada una cuesta 6.500 euros.