El prestigioso festival de la ciudad zaragozana expone los trabajos de los ganadores y finalistas del concurso de fotografía fallado este año por el periódico. Los lectores muestran su calidad.
A veces, la complejidad de este mundo puede encerrarse en un solo punto. Y eso es lo que es Tarazona en el mapa de carreteras, mientras que su festival de fotografía es el que expresa esa diversidad conceptual. A través de las exposiciones que se han visto cada verano en esta ciudad zaragozana desde 1989 se han podido captar visiones tan diferentes como complementarias de la realidad que nos rodea.
Una cita universal
A imitación del prestigioso festival fotográfico de Arles (Francia), Tarazona nació con personalidad dual. Por un lado, los profesionales de la fotografía se juntaban en torno a los talleres y, por otro, se mostraban los mejores trabajos de artistas procedentes de todos los rincones del mundo. Con el tiempo, la cita se universalizó siguiendo la evolución de la tecnología y de los nuevos criterios semiológicos de la imagen.
Así, la tecnología digital y el salto a la dimensión multimedia, junto a un progresivo acercamiento al cine, también han tenido cabida en la ciudad donde nació Paco Martínez Soria, y todo para insistir en la visión poliédrica que se pretende ofrecer del mundo a través de la óptica de la imagen.
Ganadores del concurso
El círculo se cierra con las valiosas aportaciones de los aficionados, que han acudido a los pies del Moncayo tanto a aprender como a exhibir su propio experiencia tras la cámara. Este verano, el honor reservado a los debutantes recae en los lectores de elEconomista. En concreto, a los cuatro ganadores del concurso convocado este año y a una selección de finalista entre las más de 2.000 fotos que se enviaron al periódico.
Las sopresas fueron mayúsculas, pues no se contó con que los participantes mostraran un nivel tan alto y con objetivos tan diferentes. Entre sus trabajos vemos fotos de estudio de gran técnica, paisajes poéticos, retratos muy cercanos que recorren desde España hasta la India, retoques con muy diversa finalidad (el uso de Photoshop llega más lejos de lo previsto)... Cada individuo es un pieza igual de preciosa en el puzzle universal y eso ha sido fácil de ver en la manera en que han plasmado su personalidad en sus propias fotos. Queda así constancia, igualmente, que la fotografía es el medio de expresión artísitica de mayor auge en el mundo.