El Consejo de Gobierno de la Generalitat de Cataluña estudiará la suspensión de su decreto de sequía, que pondrá fin, entre otras medidas, al proyecto de trasvase de agua a Barcelona tal y como estaba concebido.
A la decisión que podría confirmar mañana el Ejecutivo que preside el socialista José Montilla ayuda el anuncio de la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, tras la reunión del último Consejo de Ministros, de que el del próximo viernes podría también dar por finalizada la situación de excepcionalidad en Cataluña y suspender su real decreto ley.
Las lluvias de esta primavera han permitido llenar los embalses de las cuencas internas de la comunidad catalana hasta el punto de garantizar el suministro de agua de boca durante al menos un año.
En su reunión , el Consell de Govern también puede dejar sin efecto las medidas de restricción de uso del agua, por ejemplo, para el llenado de piscinas y el riego.
El fin del proyecto de tubería o minitrasvase, como lo ha definido el Gobierno catalán, será sin duda celebrado por el Gobierno de Aragón, que, según lo previsto, una vez confirmadas ambas suspensiones, la de Cataluña y el Estado, anunciará la paralización de sus acciones jurídicas, entre ellas un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Precisamente, el consejero aragonés de Medio Ambiente, Alfredo Boné, en la reunión de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada el pasado viernes, solicitó a la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que para el futuro se establezca un protocolo de actuación que sirva para propiciar el acuerdo político, social y territorial cuando surja la necesidad de acometer actuaciones de abastecimiento de emergencia en cualquier parte del Estado.
El objetivo es impedir que situaciones de este tipo vuelvan a suscitar tensiones entre las comunidades autónomas, como las derivadas del proyecto de trasvase a Barcelona.