Pocas veces los visitantes del zoo de Moscú pueden disfrutar de la imagen de sus dos pequeños osos polares, de tres meses de vida, junto a su madre. Los pequeños no habían salido hasta ahora al exterior. El buen tiempo ha hecho que la osa despierte de su hibernación varias semanas antes de lo previsto. Ahora sus crías se dedican a investigar todo lo que hay a su alrededor.