El World Food Programme (WFP), agencia de las Naciones Unidas responsable de aliviar el hambre en el mundo, ha elaborado un plan de racionamiento para la ayuda alimentaria en respuesta a la espiral de los costes de los productos básicos agrícolas. WFP está manteniendo negociaciones críticas para ver de dónde recortarán las ayudas si no llegan pronyo nuevas donaciones.
Según declaraciones de Josette Sheeran, directora ejecutiva del WFP, al Financial Times, el organismo podría decidirse a "recortar las raciones de comida o incluso al número de personas a las que llegan" si los donantes no proporcionan más dinero. Los propios funcionarios del WFP tienen la esperanza de que los recortes se puedan evitar, pero han advertido que el presupuesto del organismo no abarca el aumento de las necesidades que implican varios millones de dólares a la semana debido a la escalada de los precios de los alimentos.
El hambre está afectando "a un amplio espectro de países", señaló la ejecutiva, señalando a México y Yemen. "Situaciones que antes no eran urgentes, ahora los son". El principal cometido de la WFP hasta ahora era dar ayuda en los lugares donde la comida no llegara. Pero el programa ahora se encuentras con el problema del precio de los alimentos en otros lugares donde no escasean.
Sheeran destaca que las familias en los países del tercer mundo están reduciendo el número de comidas y están alimentándos de manera cada vez más básica para afrontar las subidas de precios.
Diversas medidas para frenar los precios
Muchos países están tomando diferentes medidas para frenar la escalada de los precios de los alimentos básicos. Egipto ha ampliado su progama de racionamiento de comida por primera vez en dos décadas, mientras que Pakistán ha reintroducido la cartilla de racionamiento que abandonó a mediados de los 80.
China y Rusia están imponiendo controles de precios, mientras que otros países como Argentina o Vietnam están prohibiendo las exportaciones o elevando los impuestos a las mismas.
Los precios de los alimentos están subiendo debido a una mezcla de mayor demanda de los países en desarrollo, a un incremento de la población, a las sequías e inundaciones provocadas por el cambio climático y la introducción de biocombustibles, según el Financial Times.