La industria aerospacial lleva años encadenando buenos resultados. Ni siquiera la coyuntura económica ha frenado su trayectoria marcada por un crecimiento sostenido, también en el ámbito laboral.
Incluso el fatídico 2008 -primer ejercicio oficial en crisis- cerró con un aumento del 5,7 por ciento en el capítulo empleo. La cifra podría multiplicarse por cuatro si se considera el empleo indirecto o inducido. Y se trata de un empleo de alta cualificación en un 42 por ciento.
El sector se ha convertido en uno de los segmentos industriales con más proyección en nuestro país, un sector estratégico donde cada euro invertido retorna en mayores beneficios. Y especialmente el sector espacial, el más dinámico a pesar de su reducido tamaño, con un gran impacto a nivel tecnológico y de imagen para el país. Las cifras comparativas con la evolución global del sector en Europa demuestran que el crecimiento relativo, tanto de la cifra de negocio como del empleo, es más pronunciado en nuestro país que en el resto de Europa, lo que ha permitido a España posicionarse como quinta potencia espacial de la Unión Europea.
Así, el sector espacial llegaba a 2007 después de un crecimiento del 16 por ciento respecto al año anterior, según ProEspacio, la asociación que agrupa a las empresas españolas del ramo. Al cierre de 2008 empleaba a 3.100 personas, 300 más que el ejercicio anterior, de los cuales, el 70 por ciento corresponden a puestos de alta cualificación, una estructura laboral que representa una economía basada en el conocimiento. Y el 25 por ciento de esos puestos están involucrados en tareas de I+D.
La facturación volvía a crecer en 2009, un 14 por ciento respecto al año anterior, registrando una cifra de 644 millones de euros, de los que casi 293 fueron ventas a otros países de la Unión Europea, según cifras de la patronal. También creció en términos de empleo, un 5 por ciento. En la actualidad, representa el paradigma del denominado nuevo modelo económico: es innovador, genera conocimiento y empleo cualificado, aumenta la productividad y tiene un fuerte efecto potenciador sobre otros sectores. Y una de las claves radica en la internacionalización, que afecta casi a las tres cuartas partes de su actividad, tanto en los proyectos civiles como en los militares: el 74 por ciento de su actividad es exportadora.
Operadores de satélites
Dentro del abanico de actividades, cerca del 35 por ciento de la facturación de la industria espacial española la generan los operadores de satélites, que perciben el grueso de sus ingresos del servicio de televisión que ofrecen con satélites de telecomunicaciones. Les siguen los fabricantes de satélites (28 por ciento), el segmento tierra (20 por ciento) y los proveedores de servicios (9,5 por ciento) y los lanzadores (37,5 por ciento).
Pero los recortes presupuestarios acabaron por llegar en 2009 y las principales empresas miran con lupa los presupuestos de 2011, donde se espera que el Gobierno recupere parte del recorte del 47 por ciento que aplicó en el anterior ejercicio. Las primeras repercusiones de la crisis llegan del ramo de la construcción aeronaval, en el que convergen las dificultades para acceder a financiación y la caída de pasajeros que están obligando a las aerolíneas a solicitar retrasos en los calendarios de entrega de aviones.
El reparto de trabajo para el despliegue del sistema Galileo, una de las grandes bazas para el desarrollo de la industria aeroespacial europea, puede ser el próximo escollo para las empresas españolas.
Por tierra y mar
En el sector del transporte por carretera, tras varios años de crecimientos próximos al 10 por ciento, la crisis irrumpió en 2007 y se materializó en las cifras del ejercicio 2008, con un descenso del 6 por ciento en la facturación. 2009 terminó con una caída de su cifra de negocio del 13,3 por ciento, y una caída del empleo del 5,3 por ciento, correspondiente al almacenaje, correos y otras actividades auxiliares, cuyo descenso medio anual se sitúa entre el 3,8 y el 3,9 por ciento. En el caso del transporte de mercancías aéreo se redujo un 10,3 por ciento. En el de tránsito de mercancías portuarias la actividad se redujo un 12,9 por ciento.
También se redujo la facturación en el caso de los operadores logísticos, un 8 por ciento. Las adquisiciones efectuadas por algunos operadores y la desaparición de pequeñas empresas han hecho que en los últimos años aumente el grado de concentración de la oferta del sector. Al cierre de 2009 se contabilizaban 215 operadores logísticos.
Pero a lo largo de 2010 se empieza a vislumbrar un cambio de tendencia. El tráfico de mercancías en los puertos ha crecido un 3 por ciento hasta el pasado mes de septiembre, situándose en 315 millones de toneladas, según cifras de Puertos del Estado.
El sistema de transporte es "un resorte esencial para impulsar la economía", según José Blanco, ministro de Fomento. El objetivo es que "el gran salto y avance" experimentado en la construcción de infraestructuras se traslade al sector de transportes para que se adapte "a las necesidades de los ciudadanos, las empresas y el medio ambiente", añadió el titular de Fomento.
El sector tiene ante sí varios retos, como el desarrollo del plan estratégico de transporte de mercancías en tren, la liberalización de los servicios ferroviarios o la implantación del cielo único europeo, además de la reestructuración del subsector de transporte por carretera, para superar la atomización del sector, y el ajuste de flotas a la realidad de la demanda.