
La cadena Iberostar Hotels & Resorts confía en el paladar para llegar al corazón de sus clientes. Pensando en brindarles toda una "experiencia gourmet" ha creado tres tartas de alta repostería con las que, además, rinde un dulce homenaje a los tres grandes destinos españoles donde está presente: Baleares, Andalucía y Canarias.
Cada tarta evoca con su nombre e ingredientes su zona de referencia. De este modo, la Mare Nostrum se inspira en el espíritu mediterráneo y balear. Su superficie es ondulada como la del mar y sus colores amarillo y ocre recuerdan los rayos de sol que doran las playas del archipiélago. La mezcla de sabores es muy autóctona: la base es un bizcocho de mazapán a base de almendra de Mallorca, con confitura de orejones de Porreras y tomillo limonero, cremoso de cítricos de Sóller y perlas crujientes Caramelia, rematada con mousse de cítricos también de Sóller.
Hilvanando ingredientes de la tierra, la tarta Al-Ándalus se presenta como el reflejo de la esencia andaluza. Naranja andaluza confitada, frutos rojos de Huelva y una finísima mousse de praliné de almendra y avellana y, en lo alto, una etérea mousse de azahar con dibujos geométricos. Su colorido nos recuerda toda la herencia árabe, cuyo icono más sobresaliente es, sin duda, La Alhambra, que significa "la Roja".
La tercera de las tartas está dedicada a Canarias. Su nombre, Vulcano, hace referencia al origen volcánico de estas islas que no por azar reciben el apelativo de "afortunadas". Para su elaboración se han seleccionado productos típicamente canarios, como el gofio que nutre su base de bizcocho, el plátano y el aroma a ron miel, con un regusto de coco. La decoración superior, con fuertes tonos rojizos imita la virulencia de un volcán en erupción.
Este original proyecto culinario de Iberostar, bautizado como 'Destinos con Sabor', se ha desarrollado de la mano de Flor de la Pasión, una de las marcas de repostería gourmet más selectas, promovida por Luis Segarra. El conocido repostero, acompañado por uno de sus también famosos "discípulos", el chef Ángel León, no faltó al evento organizado por el grupo hotelero en Madrid para presentar 'en sociedad' sus tartas gourmet. Y allí explicó algo que dejará tranquilo a más de uno: que estos postres exquisitos -como pudimos comprobar personalmente-, son además saludables. ¿Cómo? Pues porque durante meses se ha estudiado al detalle su composición hasta dar finalmente con la fórmula para tener un 60% menos de grasas de las que llevaría una tarta convencional.
Así que los huéspedes que se alojen a partir de enero de 2014 en los 33 hoteles que Iberostar tiene repartidos entre los dos archipiélagos y Andalucía podrán caer en la tentación de la alta repostería, sin sentir remordimiento alguno... Porque mientras la pastelería industrial pone todo su empeño en controlar los costes, la repostería artesana se detiene en la calidad de los ingredientes... Y eso se nota, como afirmó Luis Segarra y como compartió Óscar González, director de Marketing de Iberostar.
Éste explicó también que el esmero en la oferta gastronómica es una de las tres patas en las que la cadena hotelera ha decidido afianzar su imagen de marca. Las otras dos -dijo- son el servicio, "porque hoy en día el cliente es, de verdad y más que nunca, el rey", y el entretenimiento, en la medida en que ese cliente-rey "no se conforma con una habitación con vistas y un buen colchón" sino que demanda una experiencia memorable que compartir con los demás a su regreso.
Aproximadamente, 7 de cada 10 clientes son fieles a Iberostar, según el ratio de fidelidad que maneja la compañía. Con estas tartas de alta repostería, los golosos formarán parte, sin duda, del grupo de "incondicionales".