
Ni azúcar ni miel: este es el ingrediente secreto para endulzar las fresas sin edulcorantes
La fresa es una de las frutas más deliciosas y consumidas del mundo. La temporada perfecta para comer este alimento es entre febrero y junio y se recomienda hacerlo en esta época por su cultivo natural pero, también por todas las propiedades naturales que contiene.
Pero en ocasiones, al comernos una fresa, sucede algo muy molesto, y es que tenga un sabor ácido propiciado por un desfase temporal con el cultivo y el consumo. Esa sensación desagradable puede cambiar nuestra opinión sobre esta fruta, pero existen trucos para evitarlo.

- Fresas con azúcar | Canva
1. Los efectos negativos del azúcar
El azúcar es un producto que sirve para endulzar muchas de nuestras comidas pero que, pese a aportar un toque más goloso y delicioso, abusar de el no es bueno para la salud. Un consumo excesivo de este podría provocar problemas cardiovasculares irreversibles y es importante controlar su ingesta.

- Fresas con miel | Canva
2. La miel tampoco es recomendable
Aunque muchas personas tienden a ponerles azúcar, miel o incluirlas en una macedonia para camuflar el sabor ácido de las fresas, es mucho más sencillo que eso. Con estos trucos podrás disfrutar de tus fresas más dulces sin añadir edulcorantes ni calorías adicionales y evitar los problemas derivados de un excesivo consumo de azúcar.

- Fresas con sal | IA Canva
3. Lo mejor es la sal
El truco más eficaz es utilizar un poco de sal para potenciar su sabor dulce. Puede parecer contradictorio, pero la sal es capaz de aumentar el sabor de los alimentos, por lo que utilizarla con las fresas hará que mejore notablemente aquellas que todavía están un poco verdes o ácidas.

- Fresas con sal y limón | Cava
4. Sal y limón
Basta con poner un poco de sal en un plato, añadir un poco de ralladura de limón y colocar las fresas ya lavadas y cortadas sobre la el plato durante unos tres minutos aproximadamente. Una vez pasado el tiempo, las retiraremos y sacudiremos para eliminar el exceso y podremos disfrutar de unas fresas dulces sin rastro de la molesta acidez.