Ni vinagre ni limón: la grasa del horno desaparecerá en pocos minutos si utilizas este elemento natural
Limpiar el horno es una de las tareas domésticas más tediosas y que en más de una ocasión se pospone para un futuro no tan cercano. Deshacerse de la grasa que se encuentra en la puerta y en las paredes puede ser complicado, sobre todo porque parece estar incrustada. Sin embargo, no está todo perdido, pues existen trucos que pueden hacer de esta tarea algo mucho más llevadero y, por supuesto, con mejores resultados.
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1. Grasa incrustada
De todos los electrodomésticos que tenemos en la cocina, sin lugar a dudas, el horno es el más complicado de limpiar y sobre el que más dudas se generan. A veces, para limpiarlo, los productos que encontramos en el supermercado pueden no ser suficiente.
Eso sí, lo primero que hay que tener claro es que, si se utiliza el horno muy a menudo, la limpieza también debe ser frecuente.
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2. Casi sin frotar
Seguro que en más de una ocasión has experimentado eso de que, por más que frotes y frotes, la grasa permanece ahí y nunca termina de quedar limpio el horno.
Por suerte, con este truco, eso se acaba, ya que apenas sin esfuerzo y en pocos minutos, puedes conseguir un resultado espectacular. Como si fuera nuevo.
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3. El ingrediente estrella
Según Erin, experta en limpieza del hogar, para limpiar el horno correctamente solo se necesita bicarbonato de sodio, un estropajo y un paño seco.
Este ingrediente actúa como un abrasivo natural, por lo que es capaz de eliminar las manchas, la grasa y la suciedad que se haya acumulado en el horno.
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4. El paso a paso
Comienza espolvoreando generosamente el bicarbonato de sodio sobre el horno. Después, humedece el estropajo y comienza a frotar hasta conseguir una pasta espesa.
El objetivo es cubrir toda la superficie correctamente y tras ello, dejarla reposar durante al menos 30 minutos. Pasado el tiempo, vuelve a coger el estropajo y comienza a frotar en pequeñas secciones.
Finaliza el proceso con un paño seco y limpia cualquier residuo que pueda haber.
