Aceite de coco en ayunas: favorece la pérdida de peso, reduce el colesterol y cuida el sistema inmunológico
Mejora la salud digestiva
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1. Mejora la salud digestiva

Si se consume a primera hora del día, actúa como un potente lubricante natural para el sistema digestivo, ayudando a regular el tránsito y previniendo el estreñimiento. 

También combate bacterias nocivas en el intestino, promoviendo una correcta microbiota intestinal. Todo ello se traduce en una mejor absorción de nutrientes y menos problemas digestivos.

Estimula el metabolismo
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2. Estimula el metabolismo

Los ácidos grasos son fácilmente absorbidos por el organismo y se convierten rápidamente en energía, en lugar de almacenarse como grasa. Más allá de energía, esto aumenta la tasa metabólica basal, favoreciendo así la pérdida de peso.

Si lo que se quiere es mejorar la quema de calorías a lo largo del día, quizás una pequeña cantidad de aceite de coco en ayunas podría ser la solución.

Ayuda a la salud del cerebro
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3. Ayuda a la salud del cerebro

En personas mayores cuyo deterioro cognitivo puede ser más acentuado, puede tener efectos altamente positivos. Los ácidos grasos de cadena media en el aceite de coco son convertidos por el hígado en cetonas, una fuente de energía en el cerebro.

Esto ayuda a mejorar la función cognitiva, a cuidar la memoria y a proteger las neuronas de los posibles daños, por ejemplo, ante enfermedades como el alzhéimer.

Refuerza el sistema inmunológico
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4. Refuerza el sistema inmunológico

El ácido láurico tiene propiedades antimicrobianas y antivirales, ideal para hacer frente a infecciones, virus y bacterias de forma más efectiva. También tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación crónica, clave en la prevención de diversas enfermedades.

Promueve la salud cardiovascular
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5. Promueve la salud cardiovascular

A pesar de que durante muchos años se ha dudado de los efectos de este producto en los niveles de colesterol, estudios recientes demuestran que, si se consume con moderación, pueden aumentar los niveles de "colesterol bueno" y bajar los niveles de "colesterol malo". 

Todo ello se traduce en un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.


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