
Luis Suárez, delantero del FC Barcelona, sigue gafado de cara a la meta rival. En lo que llevamos de temporada, el uruguayo sólo ha visto puerta en dos ocasiones. Una, ante el Espanyol. La otra, el sábado pasado frente al Girona. Un bagaje escaso que prolongó ayer en Lisboa, ante el Sporting de Portugal. En el minuto 89' fue sustituido por Aleix Vidal. Quizá por esa falta de acierto, quizá por la sustitución en sí misma, Suárez se marchó al banquillo visiblemente enfadado.
Suárez estaba fuera del campo, a punto de hacer un saque de banda junto al cuarto árbitro, cuando vio que era él quien iba a ser sustituido.
Cuando vio la tablilla, giró la cabeza contrariado, se llevó la mano izquierda a la frente y puso rumbo al banco visiblemente molesto, quitándose con energías el vendaje de su mano derecha. Cuando llegó a la altura de Valverde, éste trató de saludarle, pero el '9' le contestó llevándose la mano a la boca para decirle algo.
Su entrenador le contestó y comenzó un breve diálogo en el que el 'Txingurri' comenzó a hacer gestos abriendo y cerrando los brazos. "¿Qué quieres que te diga?", parecía transmitir con el movimiento. Suárez siguió su camino hasta sentarse en su lugar. Seguía teniendo la cara endurecida por la sustitución. No se le veía cómodo. Así fue la secuencia captada por Atresmedia.
A Valverde le preguntaron por el cambio y el enfado de Suárez. "Era por otra cosa", comentó en la flash-interview de Atresmedia. Repreguntado, zanjó el asunto. "Secreto profesional", dijo.
El propio Suárez habló también, en esta ocasión para BeIN. No le preguntaron por su enfado en el cambio, pero sí por su sequía goleadora. En el 0-1 de ayer, estaba al lado del defensa verdiblanco que metió la bola en su propia portería. "Lo de menos es que no marque, lo que importa es que la jugada sirve para llevarnos los tres puntos en un partido complicado", zanjó.