La directiva del Barcelona se encuentra en tela de juicio. Con varios escándalos judiciales a sus espaldas (los 'casos Neymar', el 'caso columbarios'...), una moción de censura en marcha, un discutible mercado de fichajes y una mala relación con la plantilla, la cúpula se enfrenta a una de las situaciones más delicadas de la entidad en años. Tanto es así que el presidente blaugrana, Josep Maria Bartomeu, va a contraatacar con una remodelación radical.
Según informa Mundo Deportivo, la intención del máximo mandatario culé es que rueden cabezas. Si sale bien parado de la moción preparada por Agustí Benedito, Bartomeu pasará a la ofensiva. Son planes que tenía localizados para finales de verano pero que finalmente tendrá que ejecutar en otoño...si para entonces sigue siendo presidente.
El presidente blaugrana quiere cerrar todas las heridas causadas y para ello precisará de una directiva prácticamente nueva. Se reubicará a algunos miembros, se modificarán tareas y, en definitiva, se reestructará una parte sustancial del palco. También habrá 'fichajes' y el área económica es susceptible de incorporar a un vicepresidente.
Sin embargo, la mayor revolución se dará en el área de la secretaría técnica encargada de los fichajes y la planificación. El rendimiento de este departamento ya fue criticado por Bartomeu, que cree que se pudieron hacer las cosas mucho mejor este verano. No es casualidad que la dirección deportiva haya sufrido ya cuatro cambios desde 2015, cuando Andoni Zubizarreta fue despedido. Los nombres de Robert Fernández y Pep Segura, secretario técnico y mánager general, corren peligro.
La idea es que, en paralelo a estos cambios, se mejoren las relaciones con los jugadores. Para Bartomeu es fundamental retomar una imagen de unidad. Se trata, en definitiva, de la guinda para una reestructuración que conllevará decisiones difíciles.