
Ángel María Villar no pasa por un buen momento. El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) se ha visto forzado a devolver al Consejo Superior de Deportes (CSD) 1,5 millones de euros (1,2 millones y 300.000 en intereses) de subvenciones no justificadas y recibidas en 2010. Además, sobre su cabeza planea la posibilidad de ser relegado en unas elecciones aún sin fecha (la ausencia de día concreto también lo tiene contra las cuerdas). Esta mezcla ha disparado la tensión que rodea al mandatario.
Tanto, que ayer por la tarde protagonizó un altercado con un periodista al que amagó con destrozarle el teléfono móvil solo por hacerle una pregunta. El incidente tuvo lugar en Boadilla, donde la selección española de fútbol sala jugó ayer un amistoso contra Macedonia.
Alberto Fernández, redactor de Onda Cero especializado en fútbol sala, se acercó al palco a cuestionarle sobre la veracidad de las informaciones que habían surgido acerca de la citada devolución de subvenciones.
Apenas se acercó, Villar apartó el brazo al periodista y con malos humos le cogió el teléfono móvil con el que grababa. El presidente de la RFEF amagó con lanzarlo, pero frenó a tiempo y se lo dio a uno de los miembros de seguridad. Pasado un tiempo, el miembro de seguridad se lo devolvió y pidió perdón en nombre de la RFEF y del propio Villar al redactor.