Isco Alarcón ha conquistado el derecho a sentirse dentro del debate por la titularidad en el Real Madrid, y en paralelo, a pelear por una renovación que incluiría una mejora de contrato. Un proceso que, no obstante, no tiene visos de resolverse pronto. El cambio de parecer del jugador es algo que está retrasando el proceso.
Esta mañana se desayunaba con la sigueinte noticia: Isco pedía 10 millones de euros al año para renovar. Según Marca, el jugador había paralizado las negociaciones a pesar de que el Real Madrid sí había dado un primer paso para hablar de un nuevo vínculo con el club. Pero Isco deshoja la margarita y da bandazos en su opinión.
Cuenta el periodista Guillem Balague que Isco ha tenido dos cambios de pensamiento en los últimos meses: de considerar una salida a querer la renovación y volver a pensar en que lo mejor es salir del Real Madrid. En todo caso, la decisión no estaría tomada.
Lo enunciado por Balague casa con lo que publica este jueves la prensa inglesa, que asegura que el malagueño estuvo a punto de recalar en el Tottenham y que solo el límite salarial de los Spurs impidió que la venta se concretase a finales de agosto.
También va en la línea de lo que dice el periodista las filtraciones que aseguran que el jugador está muy pendiente de lo que suceda con su situación en los próximos meses. En función de lo que juegue y de lo importante que se sienta, tomará una u otra decisión.
En el otro lado de las negociaciones, el Real Madrid. El club blanco quiso frenar la marcha del jugador en verano. Cuando lo consiguió, se planteó renovarle y con más razones tras la remontada deportiva del '22'. Ahora, tras una propuesta de negociaciones que ha sido obviada por el entorno del futbolista (a instancias suyas), ve cómo puede haber otro cambio de estrategia. Demasiados vaivenes, demasiados virajes en una operación que se enquista y que desconcierta al club blanco, que deberá optar por la paciencia.