
Keylor Navas jugó ayer ante el Borussia Dortmund, su primer partido de esta temporada después de un largo proceso de recuperación de su operación del tendón de Aquiles que se realizó apenas terminado el curso pasado. Su actuación fue positiva y habría el sobresaliente de no haber sido por dos detalles importantes: uno, su obsesión por despejar de puños todos los balones complejos que le llegaban. Keylor ayer pareció 'Mazinger Z'. El otro borrón tuvo forma de 'cantada' clave.
En el 1-1, como él mismo asumió, cometió un grave "error", al tratar de despejar y no atrapar el suave lanzamiento de falta de Guerreiro.
La bola dio en Varane y acabó franca para que Aubameyang sólo tuviera que empujarla. Ni siquiera hubiera sido necesaria su firma para certificar el gol. Eso, con todo, no entierra el hecho de que Keylor volvió pleno de reflejos y con varias intervenciones magníficas que evitaron ocasiones claras de los alemanes.
Sin contar el despeje fallido, Navas intervino en ocho paradas. Y la mayoría fueron decisivas. Por ejemplo, la primera de ellas, cuando Gonzalo Castro lanzó un zambombazo que despejó en el 4' apenas arrancado el duelo.
Algo parecido hizo luego con un buen cabezazo de Sokratis mediado el primer tiempo o un remate de Guerreiro que, en la segunda parte, iba camino de gol ajustado al palo hasta que la mano de Keylor mandó a córner la bola.
Y así hasta completar el elenco de intervenciones salvadoras con las que evitó quizá un peor resultado del que finalmente se llevaron los blancos de tierras germanas.