El culebrón en la portería del Barça es ya historia. Claudio Bravo ya está en Manchester donde jugará con el City de Guardiola. Un proceso de despedida que ayer se completó con la primera titularidad liguera de Ter Stegen. El portero alemán se estrenó en San Mamés y lo hizo para desvelar la nueva táctica de Luis Enrique, ésa que tiene al germano como pieza angular y que desvela el secreto de la despedida de Bravo.
Porque él, Ter Stegen, fue protagonista de la victoria blaugrana con su alta participación en el duelo. ¿Parando? No. Jugando con los pies. A lo largo del encuentro trató de dar 54 pases y acertó 46, lo que le otorga un acierto del 85%, récord absoluto en la Liga en lo que a un arquero se refiere y valor muy elevado incluso para un futbolista de campo.
Ayer, Ter Stegen se convirtió en realidad en eso, en un futbolista más de campo. Fue el 'portero-jugador de Luis Enrique', el primer hombre a la hora de sacar la pelota, lo que le otorgó dos ventajas al Barça: por un lado, superioridad numérica a la hora de jugar la bola desde atrás. En segundo lugar, poder atraer la presión del contrario para, con éste volcado sobre la meta culé, superar su línea más adelantada y lanzar rápidas contras.
Se trata, por lo tanto, de una habilidad que no es baladí. Es un recurso que Luis Enrique ha incorporado al juego blaugrana y que Bravo no aportaba, al menos no con una calidad tan elevada. Sí, el chileno es capaz de jugar bien con los pies, pero no hasta convertirse en el libre del equipo. Literal.
De ahí que Luis Enrique le dejara las puertas abiertas. Hubo más motivos, obvio: la edad de Ter Stegen, su calidad, el deseo del futbolista... Pero tener en el germano un defensa más ha sido clave para una despedida que podría ayudar a revolucionar el Barça y con él, también el fútbol español. Todo dependerá de si 'Lucho' sigue apostando por este método de portero jugador o si, por el contrario, se ha tratado sólo de una flor de un día.
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