Fútbol

La épica del Barça en la final de Copa explicada en cinco nombres

Foto de una rutina: la imagen de Iniesta rodeado de rivales empieza a ser una costumbre. Imagen: EFE

El FC Barcelona sumó ayer su 28 Copa del Rey frente al Sevilla (2-0) en un partido que bien pudo haber terminado en el lado opuesto, que bien podría estar hoy presidiendo las vitrinas del Sánchez Pizjuán.

El Barça, acostumbrado a arrasar y avasallar a sus rivales, tuvo que pasarse por primera vez en mucho tiempo, al bando contrario, al de los sufridores que tienen que agarrarse a un plan B para evitar ser bombardeados, para resistir y vencer en una batalla con menos soldados (Mascherano fue expulsado en el 37') y también con menos argumentos futbolísticos.

Porque durante buena parte del encuentro el Sevilla dominó los tempos del choque. Lo hizo incluso en el arranque, cuando las dos escuadras tenían a todos sus futbolistas sobre el terreno de juego.

En ese instante impuso, para sorpresa culé, un elevado ritmo que hacía pensar que el equipo más descansado era el andaluz y no el blaugrana, que el que había jugado una final europea cuatro día habían sido los de Luis Enrique y no los de Emery.

Ahí, en medio de la tormenta, cuando el naufragio parecía una realidad imposible de evadir, emergieron cinco nombres que transformaron la noche del Calderón en una de las veladas más épicas que recuerda el barcelonismo reciente, ése que se ha acostumbrado a ver caer los títulos con la facilidad de ser el mejor equipo del presente siglo XXI. Éstos son los héroes de la noche blaugrana:

1.- Piqué

El defensa central sostuvo al Barça en los minutos de asedio más intensos contra los culés. Se multiplicó por todo el campo para realizar un despliegue que hacía tiempo no se veía en el fútbol español, en el fútbol europeo. Sin Mascherano a su lado, hizo todo lo que debía hacer y más y todo siempre lo hizo bien. No falló ni cuando tocó sumarse al ataque, dónde protagonizó algún remate que bien pudo haber besado las mallas. En sus estadísticas realza los ocho balones que recuperó o que no cometiera ni una sola falta en los 130 minutos que duró el encuentro. Simplemente épico.

2.- Iniesta

Fue el otro hombre de la noche. El encargado de relajar al Barça, de aportarle el sosiego de un fútbol excelso que no entiende de agotamiento o minutos extra. Quizá porque anoche, Andrés no corrió sobre el césped del Calderón: levitó él con la suavidad de quien no necesita grandes gestos técnicos para regatear, retener la pelota y distribuir juego. Todo sin dar sensación de esfuerzo, como quien toma la excelencia por rutina. Él, Iniesta, sostuvo a los culés cuando el partido peor se ponía con un ritmo que recordaba al que imprimía su amigo Xavi, pero con la virtud de añadir desborde a sus movimientos. Otra lección no exenta de sacrificio defensivo.

3.- Messi

La noche no parecía hecha para los héroes de la MSN. La lesión de Suárez dejó huérfano de su goleador a un equipo que, sin el charrúa, se disolvió en ataque. Messi lo intentó en un par de ocasiones, sobre todo a balón parado, pero las cosas no le salieron.

Fue entonces cuando el '10' transmutó (una velada más) en algo más que un delantero, en un surtidor de balones que, desde la media, y casi sin necesitar correr, proporcionó profundidad a su equipo. Una de esas asistencias acabó en el pase del 0-1 y otra, en la del tanto del triunfo definitivo. Un pase, éste último, cargado también de la fantasía que le caracteriza, amago y cambio de ritmo incluido. Messi en estado puro.

4.- Jordi Alba

El lateral culé vivió lo que en la capital de España se conoce como efecto Mijatovic, esto es, no hacer ni un solo gol en una competición para debutar el día de la final, en el momento más importante. El montenegrino lo logró en la final de la Séptima de 1998 y anoche le tocó a un lateral que no aún no se había estrenado en la Copa... hasta ayer. Sólo él y Messi creyeron en la carrera vertiginosa con la que comenzó la acción del 0-1 y al igual que pasó en el tanto que lo encumbró a la gloria de España, aquel de la final de la Euro 2012, aprovechó sus mejores virtudes para abrir boca y facilitar la consecución de la Copa a los suyos.

5.- Neymar

Las últimas jornadas de la Liga dejaron dudas sobre el rendimiento de un Neymar que parecía haber bajado varios escalones con respecto a la versión excelsa del pasado. Ayer, sin embargo, volvió a brillar también cuando el equipo más le necesitaba. Forzó la expulsión de Banega en otra asistencia genial de Messi y remató con su tanto el 0-2 que dejó el título en la ciudad condal.

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