Garteh Bale se quedó solo en Vallecas. Con Cristiano en casa, tocado en los isquiotibiales, y Benzema sustituido por molestias musculares, el galés fue el único miembro de la 'BBC'. El Real Madrid se jugaba buena parte de las opciones en la Liga con un 2-0 en contra, y en la mayor prueba de fuego que ha sufrido el '11' este curso, respondió a la perfección. Fue un líder en toda regla.
Sobre el césped del Estadio de Vallecas, Gareth Bale ejerció como el punta de lanza de un equipo que se sobrespuso con naturalidad a un resultado adverso, sin los nervios de otras ocasiones. De la mano del de Cardiff, el equipo blanco obtuvo una complicada victoria y estuvo alumbrado en todo momento. Bale fue el jugador que se desea que sea en la zona noble.
Justo en la semana en que se ha hablado de una posible renovación de Cristiano Ronaldo, Bale ha dado un puñetazo en la mesa. El galés vive una situación extraña en el Real Madrid: cada vez muestra más señales de ser la estrella mundial que se creyó fichar en 2013 para suceder al portugués, pero su recurrente manía a habitar la enfermería le pone palos en las ruedas de lo que parece ser una ascensión imparable.
Esta doble realidad ha tenido también como consecuencia el crecimiento de las dudas en una directiva que, si bien ha tenido confianza en él desde el principio, ahora se habría decantado por frenar el proceso de sucesión en el trono blanco y exprimir un par de años más a Cristiano. Demasiado tiempo para un jugador, Bale, a punto de cumplir 27.
El curso en que mejor se ha sentido en el terreno de juego, ha hablado por sí solo, sin necesidad de portavoces. Y el equipo lo ha notado: lleva un gol cada 87 minutos en Liga (solo Karim Benzema y Luis Suárez le superan), el mejor promedio de su carrera.
Bale está rompiendo las barreras que tenía en España, y después de un 14/15 muy gris, muy discreto. Don de la oportunidad, voluntad de cargarse el equipo a las espaldas...valores que unidos a su poderío a balón parado, su potencia y su velocidad...hacen de Bale otro líder más en el Real Madrid. ¿El primero? El galés se rebela contra quienes piensan que aún no es su momento.
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