
Luis Enrique protagonizó este domingo un encontronazo con un periodista en la rueda de prensa posterior a la derrota del Barça frente al Valencia. Cuestionado por el estado físico de su plantilla, el asturiano torció el gesto, se negó a responder la pregunta y humilló al redactor que se la hacía. "¿Cómo decías que era el apellido? Pues eso...", interpeló a David Malo, de Diario Gol. Una salida de tono que no es nueva en el preparador asturiano. A lo largo de su carrera como entrenador, 'Lucho' ha dejado un buen puñado de muestras de su falta de sintonía con la prensa con roces de todo tipo. También como futbolista ha sido el protagonista de otros calentones si cabe más desagradables que los que ha tenido con los periodistas.
Uno de los más recordados por la afición del eterno rival, la del Real Madrid, tuvo lugar en un clásico disputado en febrero de 1999 en el Camp Nou.
El Barça de los Rivaldo, De Boer y compañía recibía en su feudo a un Real Madrid tocado que en aquella temporada, la 98-99, había visto como el legado que dejó la Séptima Copa de Europa no tuvo continuidad un curso después.
Así las cosas, los blagurana saltaron al césped como favoritos y así lo demostraron. Acabaron venciendo por 3-0 en un duelo en el que la expulsión de Roberto Carlos en la primera parte lo puso más sencillo si cabe.
El brasileño entró con virulencia sobre Figo (año y medio después ficharía por el Real Madrid) e Iturralde González, colegiado aquella tarde del partido, le mostró la roja directa.
Fue entonces cuando Luis Enrique (autor de dos de los tres goles locales) se dejó llevar e insultó a Roberto Carlos en su salida rumbo al túnel de vestuarios. "¡Mono! ¡Mono!", gritó tal y como mostraron las imágenes de aquel partido (a la izquierda pueden observar una captura del instante). El insulto pasó en aquel momento desapercibido y no fue tiempo después, cuando se revisionó el choque, cuando se descrubrió que el asturiano, ahora entrenador del Barça, profirió un insulto que tiempo más tarde, en 2011, también fue triste protagonisa de un clásico, esta vez en Liga, en el Santiago Bernabéu.
Una cámara cazó a Busquets profiriendo lo que, supuestamente, parecía el mismo insulto. Así lo denunció el Real Madrid quien trató de buscar la sanción al barcelonista. El Barça se defendió alegando que Busquets le gritó "morro". Aquel caso acabó sin castigo para el internacional español.