
El FC Barcelona cayó eliminado este miércoles en cuartos de final de la Champions League después de perder 2-0 frente al Atlético de Madrid en el partido de vuelta. El resultado y la manera cómo se produjo (hubo un claro penalti de Gabi por mano que el árbitro, Rizzoli, no pitó) provocó una oleada de decepción en el seno del vestuario blaugrana. Tanto que incluso hubo llanto entre miembros de la expedición culé.
El que más claro dejó patente esa frustración frustración fue el psicólogo del equipo. Joaquín Valdés abandonó el estadio entre lágrimas. Un sentimiento que no escondió cuando anduvo en zona mixta por delante de todos los periodistas presentes.
Algún que otro jugador también mostró su malestar con rostros muy serios, aunque sin llegar al gesto de Valdés.
Otros, sin embargo, transformaron esa tristeza en ira y rabia. Fue el caso de un Jordi Alba que, apenas acabado el partido, se mostró comprensivo con los árbitros.
"El árbitro no ha tenido influencia en el resultado", dijo a pie de césped para BeIN Sports. Luego, en zona mixta, después de la ducha, lejos de enfriarse, se calentó y cargó contra la prensa por preguntarle acerca de su actuación en el partido o el estado físico del equipo. "No hay que buscar ningún culpable, si lo queréis buscar vosotros, pues allá vosotros", respondió con tono muy enfadado.