El Barça atraviesa un momento complicado pese a que su posición es privilegiada en Liga, Copa y Champions. Las últimas derrotas en el torneo de la regularidad (ha logrado un punto de los últimos nueve posibles) ha dejado a los culés sin plan b y ha derrumbado las previsiones de Luis Enrique de cara al tramo final de la temporada.
Cuenta el diario Sport que el entrenador asturiano no tenía entre sus perspectivas la de conseguir una puntuación tan paupérrima ante Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad.
De hecho, se creía que, pese al empate del madrigal, un triunfo hipotético en el clásico habría dejado el campeonato sentenciado, de tal manera que se hubiera podido afrontar el tramo final con onces repletos de rotaciones que oxigenasen la plantilla para la Champions y, posteriormente, la final de la Copa del Rey.
El problema es que la derrota ante el Real Madrid y, sobre todo, la cosechada ante la Real Sociedad hará imposible la estrategia de su entrenador.
Es decir, que Luis Enrique tendrá que apostar sí o sí por su alineación titular en los próximos encuentros... eso siempre y cuando las lesiones se lo permitan. Porque precisamente ahora están surgiendo dolencias que harán más inviable que nunca las rotaciones.
A la ausencia de Mathieu se ha unido ahora las de Vermeaelen y Rafinha, importantes no tanto por su rol principal en el equipo, sino porque permitirían descansar a jugadores como Piqué, Mascherano, Rakitic, Iniesta o incluso algún miembro de la MSN. Eso ya no será posible.
Toca jugar con los mismos de siempre a aunque esos futbolistas hayan mostrado ya algunas muestras de una fatiga que Luis Enrique, cara al público, se niega a admitir, aunque en privado, parece, le preocupa más de lo que trata de aparentar.
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