Fútbol

La soledad de Luis Enrique para recuperar a Leo Messi

  • El asturiano se queda sin ayudantes para activar al '10'
  • Fuera de la banda, el jugador se difumina en el tramo final
Messi, en el partido ante la Real Sociedad. Imagen: Reuters.

Al Barcelona le han entrado las dudas en el peor momento. Tenía 9 y 10 puntos de ventaja con sus seguidores en Liga, y dos derrotas consecutivas han encendido las alarmas. Lo preocupante es que el equipo ha perdido frescura. Ni siquiera la victoria ante el Atlético (con una eliminatoria de cuartos todavía muy abierta) dejó buenas sensaciones.

Se ve a un equipo por debajo de su nivel físico habitual, y con ciertos síntomas de bloqueo mental. Nada definitivo, ya que queda margen para la recuperación. Esto no evita deducir que la respuesta debe ser rápida. La competición no espera a nadie, y esta semana el Barcelona se juega las habichuelas en Champions y en Liga en un duelo difícil ante el Valencia. Los jugadores deben reactivarse, y ahí entra en juego un Luis Enrique con una misión especial y muy complicada, dadas las circunstancias.

Al asturiano le toca enchufar a un Messi significativamente apagado en los últimos tres encuentros, dos de ellos de la importancia del Clásico ante el Real Madrid y el partido de ida de cuartos de Champions. Tal y como recoge El País, no pasa desapercibido para nadie que este bajón del rosarino viene dado de la mano con una mayor presencia en el centro del ataque. Leo ha dejado la banda derecha y se ha desdibujado.

Luis Enrique no es un hombre dado a la diplomacia. Entendió (tras una crisis con su estrella a principios de enero de 2015) que el '10' reclamaba un trato algo especial, y después de los sucesos de Anoeta, capto el mensaje. El resutado fue el triplete. Pero por aquel entonces tenía ayuda. Xavi ejerció de intermediario y Josep Maria Bartomeu también contribuyó para rebajar la tensión.

Ahora, todo es diferente...al menos en los colaboradores de 'Lucho'. Porque el problema es el mismo de hace algo más de un año, pero esta vez el entrenador blaugrana deberá lidiar solo con las posibles soluciones y sus consecuencias. El reto no es, precisamente, sencillo: necesita recuperar a Messi sin que su intervencionismo alarme al jugador. Difícil equilibrio.

Si hay un mandamiento que hay que respetar al 100% en el Barcelona, ése es el respetar la paz de Leo Messi, dejar que sea él mismo el que se procure su felicidad. El '10' se mueve por el centro, y debe ser Luis Enrique el que le construya un hábitat más propicio para ello o el que trate de devolverle a la banda. De ello depende, en buena medida, que el Barcelona tenga opciones reales de revalidad un triplete que sería histórico.

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