Luis Enrique no confía en sus jugadores de banquillo. Al menos eso se concluye del análisis que se puede realizar de cómo maneja las sustituciones en la mayoría de sus partidos en lo que llevamos de temporada. El asturiano apenas ha realizado las tres sustituciones en 25 ocasiones de los 52 partidos oficiales que lleva disputado este curso el equipo blaugrana.
De hecho no es nada extraño ver como el asturiano hace sólo un cambio, tal y como sucedió el pasado sábado cuando, en el clásico, sólo sustituyó a Rakitic por Arda Turan, relevo que generó un buen puñado de críticas, toda vez que su entrada coincidió con el momento en el que el Barça se derrumbó para ver como el Real Madrid remontaba el 1-0 inicial de Piqué.
En lo que llevamos de campaña el asturiano ha repetido este gesto, el de realizar un solo cambio, hasta en siete ocasiones. El de hacer sólo dos cambios se ha dado en 17 encuentros. En dos ocasiones (Mestalla y Emirates) ni si quiera realizó sustituyó alguna, tal y como revela el diario As. Guarismos que, en la Liga, se resumen de manera sencilla: a día de hoy es el equipo de los 20 que disputan el campeonato que menos cambios ha realizado.
Quizá fruto de esta circunstancias, por esta falta de rotaciones durante los partidos, el equipo blaugrana evidenció en el clásico cierta sensación de cansancio, un condicionante, el del agotamiento, que Luis Enrique niega.
También niega que haya piezas intocables en el equipo, aunque, por ejemplo, la MSN sea casi, casi intocable. Futbolistas como Munir o Sandro, que compiten por las mismas posiciones, apenas tienen minutos si los juegan desde el inicio. En caso contrario, su presencia en el terreno de juego es muy complicada.
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