
José María Giménez podría convertirse el verano que viene en el 'bombazo' del Real Madrid. Los blancos estarían dispuestos a pagar los 65 millones que cuesta su libertad, algo que podría desatar una 'guerra' con el Atlético de Madrid, su club de origen. De producirse el traspaso, se produciría, además, una paradoja: Giménez acabaría seguramente jugando al lado del futbolista que lo despreció hace justo un año. Así fue la noche en la que Sergio Ramos humilló al central uruguayo.
Sucedió en la vuelta de cuartos de final de la Champions League, partido que acabó venciendo in extremis el Real Madrid gracias aun tanto de Chicharito.
Tras marcar, el mexicano sufrió un calambre. Ramos aprovechó para reprochar al recién entrado Giménez un codazo en un córner anterior. Mandzukic se metió en la gresca dejando el codo a la altura del pecho del defensa.
Éste contraatacó metiéndose de nuevo con Giménez. Raúl García y Manduzkic entraron a defender a su compañero. El croata llegó a poner la mano en el cuello del madridista. Después, le retó diciéndole que no se atrevía con él.
Ramos, con una constante sonrisa en la cara por el resultado a favor, le dijo que no le entendía, y segundos después, le lanzó unos cuantos besos. Giménez, que pasaba por ahí, defendió a su compañero. "Date la vuelta. Enséñame el nombre que no te conozco", le replicó Ramos.
Poco después tres silbidos pusieron fin al choque. Con él acabó el partido pero no el duelo entre Giménez y Ramos. El primero trató incluso de agredir al segundo mientras se retiraba entre más risas. Sólo la intervención de Coentrao y Simeone pusieron fin a la disputa.