
El Real Madrid tiene un problema para el próximo verano. Salvo giro inesperado, su presidente, Florentino Pérez, no podrá fichar a ninguno de los 'galácticos' con los que había soñado para reforzar la delantera el curso que viene. Las renovaciones de Lewandowski y Aubameyang y la promesa de Agüero de acabar su carrera en Argentina tras finalizar contrato con el City agotan la mayor parte de las posibilidades que le quedaban al dueño del sillón presidencial.
De hecho, a día de hoy, lo más normal es que el Real Madrid repita con Benzema en la delantera y que sólo se añada la opción de que Morata retorne a la capital, aunque esta posibilidad se ha barajado más para hacer negocio (los merengues esperan sacar 40 millones de su reventa) que para potenciar la plantilla de Zidane.
Cierto es que siempre queda la ligera esperanza (cada vez más difusa) de que Neymar protagonice el culebrón del verano, se niegue a renovar por el Barça y se acerque al Real Madrid.
En los últimos días se ha filtrado que el jugador ha dejado de buscar casa en Barcelona ante una nueva tentativa merengue. Sea como fuere, la mayoría de voces autorizadas de la ciudad condal apuntan a que el acuerdo entre jugador y Barça está ya cerrado y que sólo falta la firma para su renovación.
Victoria para Zidane
Semejante panorama, aunque parezca paradójico, beneficia a Zidane. El francés lleva tiempo reiterando ante los mandatarios merengues que la plantilla no necesita un delantero. Prefiere fichar en la medular y en esa línea, Pogba es su favorito. Florentino Pérez, sin embargo, parecía apostar más por la llegada de un atacante para relanzar el proyecto merengue.
Sin candidatos para este puesto, esta ausencia de candidatos deja a Zidane con todo a favor para que, finalmente, se imponga su criterio. Al menos en este asunto.
Hay otros frentes abiertos en los que está por ver si se aplica sus deseos. Por ejemplo, en la portería. El entrenador no quiere que se fiche a ningún portero, mientras que en la planta noble se insiste en De Gea o Courtois.