
Sergio Ramos, defensa central del Real Madrid, se perderá el próximo partido frente al Sevilla después de ser expulsado por doble amonestación frente a Las Palmas. Una roja que podría haberle costado más cara de no haber sido porque el colegiado del encuentro, Fernández Borbalán, obvió en el acta que el futbolista, en lugar de irse al vestuario, se quedó viendo el resto del partido justo en el acceso al terreno de juego, algo prohibido y que, en caso de haber sido reflejado en dicho acta, le habría hecho perderse el clásico del 2 de abril en el Camp Nou.
Y es que, según el reglamento, si un jugador, una vez expulsado, permanece en el terreno de juego bien sea en el banquillo, bien sea en una zona aledaña al terreno de juego, será castigado con un partido más.
En el caso del Real Madrid, eso implicaría el duelo frente al Barça. Sin embargo, Fernández Borbalán, no vio (o lo vio, pero no quiso reflejarlo en el acta) a Ramos en las escaleras que dan acceso al césped, zona, eso sí, alejada del terreno de juego en sí mismo.
Hay que recordar que el Estadio Insular posee dos amplias zonas tras las porterías (fue concebido como un estadio con pista de atletismo) y es desde una de ellas desde donde se accede al campo desde los vestuarios.
Además, Ramos fue expulsado en el 90' y el duelo acabó apenas cuatro minutos más tarde. Es decir, que Ramos no pasó más de ese tiempo viendo el duelo de forma 'ilegal'.