Gareth Bale, futbolista del Real Madrid, es uno de los integrantes de la plantilla merengue más afectado por la gran cantidad de lesiones que asola al equipo. Sus mayores problemas suelen ser de carácter muscular y casi siempre, vinculados a una zona concreta del cuerpo: los soleos de sus piernas; la derecha es la más castigada. La izquierda no tanto. La última de estas lesiones le ha tenido fuera del césped 46 días. El sábado reapareció y lo hizo con una peculiar característica en sus medias: dos agujeros precisamente a la altura de los sóleos. ¿Casualidad? No. Es el nuevo mecanismo del '11' blanco para evitar este tipo de lesiones.
Lo desvelan hoy tanto el diario As como el diario Marca. Con esta fórmula, quizá rudimentaria, veremos si efectiva, el 'Expreso de Cardiff' se asegura tener menos presión sobre estos músculos y, así, una menos propensión a una predisposición a lesionarse que trae de cabeza al propio jugador y a su club, el Real Madrid.
El motivo de tanta lesión es un misterio. Primero se habló de un coche de alta gama que, por su manera de conducirse, casi tumbado, podría provocarle predisposición a lesionarse.
Después, se barajó la famosa protusión, el paso inicial a una hernia en la espalda y que el propio jugador sabe que tiene, pese a que no le ha provocado demasiados inconvenientes en la zona afectada, en la propia espalda. Incluso se culpó al césped del Bernabéu. Nada por ahora se ha sacado en claro. El método de los 'tomates' en las medias podría ser un remedio básico para que Bale dejase de ser el líder de la enfermería blanca.
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Bale está de vuelta
