
Borja Mayoral es el nombre de moda en el Real Madrid. Al menos en el club. Quizá no tanto en el primer equipo. El joven delantero del Castilla y el Juvenil A suma actuación brillante tras actuación brillante. Sin embargo, Zidane (con el que no logró explotar como ariete del filial), no parece tenerle en sus planes de futuro inmediato para un equipo, el Madrid, carente de delantero centro suplente que pueda ejercer aquellos días que Benzema no pueda jugar. Un ostracismo que no sienta bien en el club. Borja es su nueva perla y gustaría que tuviera más presencia, especialmente en aquellos encuentros en los que sí pueda ser útil como sucedió el pasado domingo en la Rosaleda.
En aquel duelo (1-1 y adiós a la Liga), Mayoral no jugó ni un minuto pese a que sí fue convocado y a que Benzema se quedó fuera de la lista por molestias en la espalda. Isco, un mediocampista de corte creativo, ejerció de '9', pero el experimento fracasó. Con todo y con eso, desde el banco decidieron no dar ni un sólo minuto al ariete del 'B'.
De hecho, Zidane no agotó todos los cambios. Solo hizo dos sustituciones. Ninguna fue Mayoral. El chaval, cazado por las cámaras, no puso cara de muchos amigos, y se fue a Madrid pensando en su siguiente cita, frente al Manchester City Juvenil en la Youth League.
Una obra maestra en Europa
Y fue ahí, en el terreno de juego, donde volvió a ejercer de líder de la cantera merengue. Marcó los dos goles que dieron por 2-0 el triunfo a la escuadra de Solari. Uno de ellos, el segundo, fue una obra de arte.
Mayoral cogió el balón en la frontal del área y se lanzó a tumba abierta contra la meta rival. De una bicicleta dejó tirado a un rival. Usó una cuerda (pase con un pie, recepción con el otro) para acomodarse el tiro, pero en lugar de tirar, volvió a sorprender con una segunda bicicleta que, de nuevo, dejó sentado en el césped a un contrario.
Sólo con el portero como único obstáculo, Mayoral se sacó un zurdazo que clavó en la escuadra. Gol. Golazo.
Mejor sin Zidane en el Castilla
Obra de arte que representa la última exhibición de un futbolista que se ha destapado en el Castilla y lo ha hecho dentro de ese curioso 'efecto Zidane' que afecta al filial.
Desde que el francés subió del banquillo del Alfredo Di Stéfano al del Bernabéu, el equipo ha sumado siete victorias de siete victorias y Borja, que apenas acumulaba cinco dianas en 16 partidos, ha logrado siete goles.
Esto es ,una media de gol partido en esas últimas siete jornadas frente a la media de 0'31 goles por encuentro que promedió anteriormente a ese 'boom' goleador. Cabe recordar que con Zidane en el Castilla era Mariano y no Borja el ariete titular.
No al menos el favorito del francés, quien apenas sustituyó a Benítez blindó al primero. La renovación de Borja tardó en llegar después de unas duras negociaciones en las que el chaval exigía un sueldo similar al de Odegaard, su compañero del Castilla.
Borja era el plan B
Sea como fuere, su racha es innegable y en el club están deseando que lo demuestre con el primer equipo. No obstante, el verano pasado se usó su potencial aportación a los 'mayores' como excusa para no buscar un delantero centro suplente de Benzema.
Si algo le ocurría a Karim, afirmaban, el Real Madrid podría tirar de Cristiano Ronaldo, Jesé y él, Mayoral, como plan B. Plan B, por ahora, inexistente. Borja sólo ha disputado tres minutos en lo que llevamos de temporada con el primer equipo. Los jugó en los últimos instantes de la goleada 3-1 a Las Palmas y bajo las órdenes de Rafa Benítez.