
En el Real Madrid el empate del pasado domingo ante el Málaga dejó una sensación contundente: los de Zidane decían adiós a la Liga. Los 9 puntos de distancia con el Barça son insuperables, no desde el punto de vista estadístico, pero sí histórico y futbolístico. De hecho, en el club ya han deslizado que la Champions es la única carta que le queda al equipo. Discurso de puertas hacia adentro que hoy ha contradicho Cristiano Ronaldo de puertas hacia afuera.
En un acto publicitario, CR7 no ha bajado los brazos. Todo lo contrario, amenaza con que habrá lucha hasta el final. "Aunque la Liga está complicada vamos a pelearla hasta el final", ha dicho con respecto al derbi del próximo sábado. "Es un partido importante en casa y con nuestra afición. El rival defiende muy bien pero hay que ganar", insistió.
Cristiano también lanzó piropos hacia la afición del equipo blanco y hacia un Bernabéu en el que dice sentirse bien para jugar. "Siento el cariño de la afición. Cuando la gente canta mi nombre es un orgullo", afirma sabedor de que su propio público también le exige.
"Cuando juegas en el club más grande del mundo tienes presión, aunque ya estoy acostumbrado. La dimensión del club hace que la gente nos mire distinto a los demás, pero el balance a nivel personal desde que llegué ha sido positivo. Estoy muy feliz y quiero seguir aquí", insistió.
Estas palabras también se pueden entender como un guiño a su continuidad. "El perfecto escenario no existe. Me encanta Madrid y me gustaría vivir aquí cuando acabe mi carrera porque me ha dado mucho y la gente es fenomenal. Además, está cerca de Portugal, hay buena comida y un gran clima", afirmó acerca de su relación con la capital.