
Crecen las voces críticas que, en el seno del Real Madrid, en el seno de su directiva, empiezan a pedir que se medite la venta de Gareth Bale ante sus constantes recaídas en lesiones de no mucha gravedad, pero que frenan su ritmo y, sobre todo, dibujan un panorama de debilidad crónica en el extremo galés del equipo merengue.
La última de estas lesiones se produjo a principios de año y, hasta ahora, el '11' blanco no ha vuelto a los terrenos de juego. El motivo es que, a mitad del periodo recuperación, Bale recayó.
En el seno del vestuario vuelven a señalar al doctor Olmos como responsable de este contratiempo. Zidane, entre tanto, pedía paciencia. Lo importante, afirma, es que Bale esté a tope. Y así será. Pero entre tanto, el equipo no cuenta con sus servicios y eso, a la larga, se nota.
Es la opinión que emerge, relata el diario As, del palco del Bernabéu, con algunos miembros de su zona noble reclamando una solución radical si se continúa con esta tendencia.
Es decir, que si Bale vuelve a lesionarse de aquí a final de temporada, el club debería abrirle la puerta de salida porque, entienden, no responde a la enorme inversión que se realizó en él.
Inversión que, desde el punto de vista deportivo, no está teniendo por ahora el retorno deseado. Bale sólo ha disputado el 63% de los minutos posibles desde que fichó por el Real Madrid. Esa aportación se ha reducido esta temporada al 44% de los minutos posibles.
Tal y como filtró Football Leaks, el Real Madrid abonó 101 millones de euros y gasta en su ficha unos 20 millones de euros brutos por campaña.
El mercado inglés, con varios equipos de la Premier interesados en él, sería el lugar más factible para 'colocar' al jugador. Su precio, en todo caso, debería ser similar a esos 101 millones que gastó el Madrid en su fichaje.