
El comportamiento de Luis Enrique ante los medios de comunicación ha dado un cambio radical en los últimos meses. El asturiano se ha vuelto un pasota en las ruedas de prensa y ya no se mete a valorar su opinión respecto a asuntos extradeportivos que tengan que ver con sus jugadores.
Hace un año Luis Enrique valoraba en rueda de prensa lo que hacían sus jugadores fuera de los terrenos de juego, como por ejemplo las salidas de tono de sus jugadores, los problemas de Piqué o la no puntualidad de sus chicos, lo que a muchos les costaba una multa indisciplinaria.
Meses después, incluso ya en el final de la pasada temporada, Luis Enrique cambió el discurso y decidió echar balones fuera a cada pregunta incómoda de la prensa. Quizás porque no quiere meterse en líos, ya que la transparencia es una de las cualidades más notables de Luis Enrique. No hay más que verle la temporada pasada.
Ahora, la situación es muy distinta. Los problemas extradeportivos siguen apareciendo, como por ejemplo los últimos con Piqué, Alves o Suárez, pero Luis Enrique, como el que oye llover.
Y es que parece que Luis Enrique da estos temas por perdidos. ¿Para qué cabrearse ante la prensa? No va a ganar nada, solo meter la pata. Por eso cree que lo mejor es no responder y centrarse solo en lo futbolístico. Y así seguirá.