
Marc Ter Stegen se ha convertido en un problema imprevisto para Luis Enrique. El portero alemán ha pedido a su representante que le busque equipo después ver cómo no disputaba ni un minuto del mundial de clubes. Mientras, su relación con el técnico y sus compañeros a empeorado y se acerca a la 'rebeldía'. Panorama de tensión que 'Lucho' espera aplacar con su titularidad en la Copa del Rey, pero que podría agravarse en los próximos días si el jugador no siente que recibe el protagonista que cree merecer.
Cuenta el diario As que la relación entre las partes implicadas se acerca más al divorcio que la reconciliación. Y todo porque el arquero quiere más. Mucho más. Al comenzar la temporada sentía que podía disputarle la titularidad completa a Claudio Bravo.
Volvió antes de vacaciones y fue uno de los más destacados de la pretemporada, pero una mala noche en San Mamés, ante el Athletic, en la ida de la Supercopa, lo condenó. Ni la lesión de Bravo le permitió poder quitarle el puesto al chileno en el torneo de la regularidad.
Recuperado de sus molestias, volvió a la meta de la Liga. Ter Stegen quedó para la Champions (en Copa, ante el Villanovense, no jugó) y, al menos eso pensaba él, para el Mundial de clubes.
Pero en Japón Bravo fue el arquero de Luis Enrique. Aquella gota colmó el vaso de la paciencia de Ter Stegen. Y lo demostró apenas unos minutos después de ganar el título.
No celebró su conquista con sus compañeros en un gesto que no gustó a la plantilla, pero que él llevó más allá cuando pidió a su agente que empezara a buscar ofertas para marcharse en el próximo mercado estival.
Mientras, mañana volverá a enfundarse los guantes en Copa frente al Espanyol, una competición con la que 'Luis Enrique' espera apagar el único incendio que afecta a su plantilla justo un año después de la crisis de Anoeta.