Fútbol

Cristiano Ronaldo y una temporada desaparecido frente a los grandes

Cristiano, cabizbajo tras el empate en Mestalla. Imagen: EFE

Cristiano Ronaldo sigue acumulando sensaciones negativas en lo que llevamos de temporada. Ayer, ante el Valencia, CR7 dejó su casillero de goles a cero y volvió a sumar un nuevo partido inédito ante un grande. En lo que llevamos de curso, el ariete se ha quedado sin ver puerta ante Barcelona, Atlético, Athletic, Sevilla, Valencia, Villarreal o París Saint-Germain.

De hecho, de los 10 primeros clasificados del campeonato, Cristiano sólo ha marcado ante Eibar y Celta.

De los otros 10 equipos de mitad de tabla hacia abajo, Cristiano también se ha quedado a cero frente a cuatro escuadras: Sporting, Betis, Granada y Málaga.

De no marcar este sábado ante el Depor, esa cifra se elevaría a cinco equipos, dejando la lista en 11 escuadras de las 19 a las que se habrá enfrentado en la primera vuelta.

Malas sensaciones

Siendo relevante la falta de acierto goleador, quizá lo más preocupante para el madridismo de duelos como el de ayer no fue sólo el hecho de quedarse a cero, sino contemplar como su estrella volvía a pasar sin pena ni gloria por un campo complicado.

En Mestalla, Benzema y Bale fueron los miembros más destacados de la BBC. Ambos no sólo marcaron, sino que generaron peligro, fomentaron la búsqueda de espacios y trabajaron en defensa y la creación de juego. No sucedió lo mismo con Cristiano.

En todo el partido protagonizó sólo un par de disparos lejanos. Uno terminó entre palos. El otro, no. Ambos fueron contestados desde la grada con el famoso grito de celebración que realiza el luso con cada gol. Además, Cristiano perdió 10 balones y sólo recuperó uno. Su jugada de mayor peligro fue su participación en la triangulación con la que Benzema hizo el 0-1 y el no penalti que protestó justo antes de que expulsaran a Kovacic.

Escasa participación para un hombre que mantiene viva la estadística de sus goles a base de 'atracones' contra rivales de menor enjundia y que incluso en tardes positivas, como la del pasado miércoles ante la Real Sociedad, tiene algún que otro punto oscuro. Su penalti fallado en aquel partido no hace más que ratificar las dudas que genera su rendimiento.

Bajada que debería confirmarse en una semana, cuando, en la gala del Balón de Oro, ve como Messi gane, presumiblemente, su quinto premio como mejor jugador del planeta.

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