
El entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, vive este domingo un día crucial en su trayectoria al frente del conjunto blanco, con su visita al Valencia en el estadio de Mestalla, correspondiente a la penúltima jornada de la primera vuelta de la Liga.
Los últimos resultados de los madridistas, plagados de sobresaltos en el último tramo de 2015, han hecho que el puesto de Benítez corra peligro en caso de no obtener un resultado positivo.
Ya ante la Real Sociedad, el técnico madrileño salvó un 'match ball'. Sin embargo, no parece que la confianza en su persona haya aumentado de una manera perceptible a pesar de ello.
Benítez vuelve ahora al estadio en el que vivió algunos de sus mejores momentos en los banquillos y lo hace con la guillotina pendiendo sobre su cabeza. A pesar de todo es consciente de que los ches tampoco atraviesan por un momento mucho mejor (no han ganado desde que llegó Gary Neville al banquillo) y pretende aprovecharlo para tratar de salvar su puesto.
Desde el Real Madrid nadie hace manifestaciones oficiales y todos aguardan expectantes a lo que pueda suceder, conscientes de que un nuevo tropiezo daría carta blanca al presidente Florentino Pérez para tomar medidas drásticas en un intento desesperado por cambiar el rumbo de la temporada madridista.