Aunque la temporada del Real Madrid no estaba siendo la esperada a inicios de campaña, con cifras mucho peores que las que le acabaron costando el puesto el año pasado a Carlo Ancelotti y similares a la de Bernd Schuster cuando fue destituido en 2008, hasta ahora el club ha respaldado sin ambages a Rafa Benítez. Sin embargo, la derrota en Villarreal ha entibiado este apoyo.
La cúpula madridista cree que ha tenido demasiada paciencia con Benítez, incluso tras el 0-4 del Barça en el Bernabéu o después del fallo en la alineación en Cádiz que ha dejado al equipo fuera de la Copa del Rey. La gota que ha colmado el vaso ha sido la derrota contra el Villarreal, ya que desde la entidad blanca se consideraba este partido como la oportunidad perfecta de demostrar una mejoría del equipo ante un rival de más entidad y para acercarse a la cabeza de la Liga.
El hecho de que el Madrid perdiera en El Madrigal, dando además una mala imagen en su juego, plano y previsible ha hecho que por primera vez en toda la temporada, informa el diario Marca, nadie pone la mano en el fuego por su continuidad.
En la directiva entienden que se fichó a Benítez para lograr mejores resultados y un rendimiento más competitivo aunque el juego no fuera en exceso preciosista, sin embargo, cerca del ecuador de la temporada, no se ha conseguido ni una cosa ni otra. Por eso se apunta ya a Zinedine Zidane, exestrella del equipo, segundo de Ancelotti y entrenador del Castilla, como posible sustituto. Florentino Pérez colmaría así una vieja aspiración.
En la otra cara de la moneda está el propio Benítez, quien. según apunta también el citado diario, sentiría por primera vez en la temporada una falta de apoyo claro y rotundo desde la planta noble. Cuestionado y pitado por la grada, además de enfrentado al vestuario, el entrenador madrileño tenía como único punto de anclaje el apoyo de una directiva que ahora no le respalda con vehemencia.
Las perspectivas de no remontar en Liga por estar a cinco puntos de la cabeza y con un juego deficiente, así como aspectos internos tales como la nueva suplencia de Kroos, amenazan con crear un clima de tensión que perjudique a los intereses blancos. La tradicional comida de Navidad del club, que se celebrará el próximo viernes, amenaza con ser la más tensa en varios años.
Giro radical de Benítez