
El morbo estaba servido una vez más. Iker Casillas y Jose Mourinho volvían a encontrarse y además en el lance más decisivo de la temporada para sus equipos: el pase a la siguiente fase de la Liga de Campeones. Un reencuentro que se producía con el agravante de que la victoria de uno dejaba fuera al otro.
Aunque en su anterior coincidencia en Oporto durante la fase de grupos ambos se saludaron amablemente fuera del foco mediático, lo cierto es que ante la cita de este miércoles se volvió a generar cierto revuelo mediático entre ambos a raíz de las disputas que mantuvieron en el vestuario del Real Madrid.
Después del partido, mientras Mourinho ironizaba sobre la derrota del Oporto de Casillas ante su Chelsea por 2-0 y el hecho de que el equipo luso caiga así a la UEFA Europa League, el portero manifestaba su hartazgo con la constante polémico y morbo que se genera siempre entre él y el preparador portugués.
A la pregunta de los periodistas de la Cadena COPE sobre si la polémica con Mourinho le agota, Casillas dijo: "Mucho, hasta las narices". El cancerbero demostraba de este modo su hartazgo y la impotencia de no poder restar relevancia mediática a un aspecto de su vida profesional que ya considera superado.