No consigue revertir la situación el entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez. El enfrentamiento velado con la mayor parte de la plantilla, sus minuciosos métodos de entrenamiento y los malos resultados ante equipos como Barça o Sevilla han instalado al público del Santiago Bernabéu en una visión negativa del técnico.
Esta situación se reflejó anoche minutos antes de que comenzase el choque frente al Malmoe sueco en el último e intrascendente partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Cuando la megafonía anunció el nombre de Rafa Benítez, gran parte de la grada empezó a pitar manifestando su descontento con el técnico pese a acumular cuatro victorias consecutivas que fueron cinco tras el 8-0 de anoche.
Aunque el equipo viene de cerrar con goleada sus dos últimos encuentros de Champions y ha remontado el vuelo en Liga tras la trabajada vitoria frente al Eibar en Ipurua o la cómoda victoria ante el Getafe en casa, los conflictos arrastrados durante la temporada y puntos negros como el 0-4 ante el Barça han hecho que la afición pague con Benítez incluso errores colectivos y de corte administrativo como la alineación indebida de Chéryshev en Copa.
El perfil frío y distante del técnico, incapaz en ocasiones de transmitir empatía, no le ha ayudado a mejorar esta imagen ante un Bernabéu que recuerda ahora los buenos del italiano Carlo Ancelotti a las riendas del club.
Sobre estos pitidos del Bernabéu se manifestó anoche el ídolo de la jornada, Cristiano Ronaldo, que quiso echar un cable al técnico y pidió darle tiempo para que pueda desarrollar su trabajo.
Pese a todo, tras el empate del Barça en Valencia y con la recuperación de efectivos como Benzema o el propio Cristiano para la causa, Benítez, que deja cerrado el pase a la siguiente fase de Champions, espera poder recortar distancias con el liderato culé en Liga y que prospere el recurso del Real Madrid por Chéryshev para seguir vivo en todas las competiciones y ganarse el favor de la grada.
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Insultos de la plantilla